¿Qué hacer después de aventarte tu caldo de habas, arroz con huevo estrellado, guisado, frijoles de la olla y media docena de tortillas? Bueno, lo primero es echarte para atrás con la silla, aflojar el cinturón y sobarte la panza como Buda diciendo “ahhh, qué comilona acabo de darme”. Lo segundo es preguntar a tus compañeros de mesa “¿Qué? ¿Nos echamos un desempance?”

Empíricamente sabemos que el desempance es una bebida que debe de ayudar a que hagas la digestión o que afloje tu barrigota. Los chilangos no nos ponemos de acuerdo con esto: algunos dicen que un mezcalito, otros dicen que el café y algunos hasta dicen que el cigarrito ayuda.

Para no quedarnos con la duda y verlo desde el rigor científico preguntamos al Dr. Luis Prieto, de Nutrición Integral, si alguna de estas soluciones es correcta: “los digestivos originales -explica- son los que en teoría contienen hierbas que ayudan a evitar las flatulencias y mejoran la digestión. De ahí viene el nombre. Y dentro de las hierbas comúnmente usadas están el anís, el cardamomo, el regalíz, la mejorana, el romero o el eneldo”.

Es decir que si no tiene hierbas, no ayuda. Pero como en Chilango somos muy tercos hicimos una buena comilona con algunos amigos y después les ofrecimos los supuestos digestivos para ver qué efectos tenían en ellos. Aquí los resultados.

Café negro, sin azúcar

Calificación 3 de 10

El café es el clásico para después de comer, aunque no lo vayas a acompañar de una rebanada de pastel, no seas manchado. No sirve muy bien, nuestro tragón nos dijo “se siente rico por lo caliente, pero la verdad es que me llenó más de lo que me ayudó”. Ni malo ni bueno, pero es el infaltable.

Anís del Chango

Calificación 8 de 10

Una copita de anís es el digestivo clásico de las cantinas y el mesero nos dijo que también funciona el Sambuca “mosqueado” (es decir, con unos granos de café en la copa). Por alguna razón el anís hizo que nuestro comensal eructara y, por muy asqueroso que suene, le liberó espacio en la barrigota ¡Salud!

Té de Mejorana

Calificación 9 de 10

Siguiendo el consejo de nuestro nutriólogo, preparamos un tecito para dárselo a nuestra devoradora de tacos. Aclaramos que después de un banquete lo que menos se antoja es un tecito, pero increíblemente ayudó. “Se siente bien tomar té, hasta como que se lleva la grasa, y después de 10 minutos la panza se asienta. No puedo explicarlo, pero como que todo se acomoda por dentro” ¡La mejor opción!

Cigarro

Calificación 5 de 10

“Después de un buen taco, un buen tabaco” reza el dicho. El desempance del cigarro viene del hecho de estar sacando aire -o eso suponemos- porque nuestro tragaldabas también eructaba con loca pasión. “Yo acostumbro echarme un cigarrito después de una buena comida, aunque tengo que alejarme porque no está chido hacer como sapo enfrente de todos”. El efecto liberador del cigarro es meramente psicológico porque obviamente no ayuda a tener una buena digestión, no se hagan.

Mezcal

Calificación 1 de 10

“Esto no ayuda en nada, puro mito” nos dijo nuestro juez gastronómico “Es más, ya me abrió el apetito, échenme otros tacos”. Aún así, seguimos creyendo que para todo mal, mezcal. Aunque sea mal del puerco.

Sal de uvas

Calificación 9 de 10

Como prueba final le dimos un vaso con sal de uvas al más tragón de los tragones. Su efecto burbujeante hizo que se echara unos eructos que cimbraban la mesa y entre risas dio su veredicto: “Uno se ve mal pidiendo una sal de uvas en el restaurante porque te delatas. Pero si comiste como puerco es la mejor opción, yo lo recomiendo” ¡Ya vas, Barrabás!

¿Te sabes otros remedios para el desempanze? Dirían las mamás chilangas “pues deja de comer” ¡Ja! ¡Cuéntanos en los comentarios!

También checa:

Ya sabemos qué es el ‘mal del puerco’
10 formas de agarrar la tortilla
Los tacos más caros del DF