¿Qué pasó?

La semana pasada, una “misteriosa” espiral de luz azul apareció sobre los fiordos noruegos. Ponemos entre comillas lo de “misteriosa” porque, ante las primeras reacciones, que aseguraban que la espiral era, por supuesto, obra de extraterrestres, vampiros, o vaya usté a saber qué clase de ente sobrenatural, la respuesta oficial fue no sólo rápida, sino contundente: la espiral se debió a que Rusia estaba haciendo pruebas con unos misiles que, en un ambiente frío, tienen un modo de estallar muy extraño. Ajá.

¿Qué decimos?

No tenemos idea qué pueda ser, pero, de entrada, no nos queda muy claro por qué el gobierno noruego esté así tan tranquilo de que Rusia esté explotando cosas sobre su territorio. La mera verdad, creemos que los de otra galaxia se adelantaron al festejo de la Guadalupana.

¿Cómo olvidarlo?

Hagas lo que hagas, no vayas a ver 2012. Mejor Planeta 51. O Avatar.