¿Dónde jugó?
Francia e Inglaterra. Principalmente en el Manchester United.

¿Por qué hacerte bolita y ponerte a temblar en un rincón si lo ves?
Patadas. Todo jugador siempre se está quejando de eso. “Me estuvieron pateando todo el juego.” “Qué patadón me dieron” “Dale una patada para que no meta gol", etc. Nuestro amigo Eric Cantona se encargó de llevar eso a otro nivel. ¿Cómo? Soltándole una patada voladora en el pecho digna de mandar a Bruce Lee llorando pidiendo por su mami, a un aficionado. Sí, no a otro jugador o a un árbitro, a un fan. Resulta que le gritaron cosas racistas, o le dijeron que sus solapas levantadas se le veían mal y se le dejó ir.

Eso le costó nueve meses de inactividad por sanción y dos semanas de prisión, que finalmente fueron sustituidas por 120 horas de servicios comunitarios, aunque hubiera sobrevivido perfecto en la cárcel. Si me lo preguntan, el fan se lo merecía, no estoy promoviendo la violencia ni nada pero por Dios, estás insultando al hombre que asesinó de un balonazo al Demonio en el anuncio de Nike. Con eso no se juega. Au Revoir.

Acá el video de la patada.