Finalmente, queda la noticia de que antes de todos y primero que nadie, Alejandro Encinas se autonombró, comida en el Centro Histórico mediante, precandidato del movimiento obradorista al gobierno del Estado de México.

Muchos otros perredistas pusieron el grito en el cielo, muchos panistas se confundieron, y la discusión interesante resultaría ser: en caso de que Encinas llegue a ser candidato, ¿los obradoristas se aliarían con el PAN, gobierno ilegítimo?

En asuntos de política, importa a veces más la praxis que los ideales, pero brincarse seis años de historia pejista de mentar madres al Pipe Calderas para ganar una elección sería, francamente, un atropello.

Ayúdalos, Marcelo, Por favor.