En qué consiste:
Estás, digamos, en plena acción. Hay dos opciones, según tu grado de crueldad: ya sea que en-el-acto o justo terminando el acto, mientras prendes el cigarro, volteas tranquilamente y le dices: "¿Sabes? Creo que ya no quiero estar contigo". Prepárate para un frenesí de emociones (y no precisamente de las chidas).

Probabilidad de morir después del truene:
Altísima. No sólo has decidido hablar en el momento más sensible de casi todos los seres humanos, sino que todas tus partes vulnerables están expuestas. Más te vale que tengas los pantalones a la mano.

Rutas posibles de escape:
Que digas que es una broma (y te crean, lo cual es casi imposible). La ruta de escape de esta opción es casi nula. Así que suerte: esperamos que tengas buenos reflejos.