¿De qué se trata?
Es lógico. Siempre hay alguien que “te castiga” cuando estás en la oficina. Y entonces se repite la escena usual de tu secundaria. Le quieres ir a hablar, pero como que te da pena, y entonces agradeces los momentos más lelos como la fotocopiadora o la hora del café para hablar del estátus de la empresa.

¿Por qué se agradece?
Porque diario tienes una razón para levantarte, o de menos para aclarar la pupila cuando se acerca.
Porque si estás soltero, tienes ahí una puerta abierta.
Porque puedes conocer al amor de tu vida en la oficina…. not.

Posibles escenarios fallidos
Que sea tu jefa.
Que sus amigas te vean examinándola y le digan.
Que tienes la oportunidad, le dices algo medio insinuador y en el mejor de los escenarios la rutina laboral se convierte en algo muy incómodo. En el peor te corren por acoso laboral.