Camino al Desierto de los Leones
Este comedero es lo más parecido a la cabaña de un úrsido amigable en medio del bosque. Se respira el aire de la montaña y estálejos del ruido de la ciudad. Entre lo mejor del menúestán los tacos de cecina, los de longaniza verde, el caldo de hongos y las quesadillas de flor de calabaza. El servicio es de primera: apenas das la última mordida y ya estás ordenando el siguiente platillo. Además hay música de banda y un trío itinerante para cantar rancheras. Sobre todo no olvides pedir un postre: fresas con crema o flan napolitano, acompañado de un café de olla con piloncillo.