Requisitos para ser diputado de la AsambleaLegislativa:

  1. Saber sumar y restar
  2. Conocer por lo menos 20 letras del abecedario
  3. Identificar a Daddy Yankee y a Pitbull
  4. Y lo más importante e indispensable: romper puertas y brincar como mono encima de tu curul.

Cuando un tipo con dos dedos de frente se convierte en nuestro representante popular, algo malo estamos haciendo. Pero como noqueremos amargarnos con el bajo nivel de nuestros diputados, veamos el ladopositivo (qué triste, ¿no?).

El martes, el diputado local del PRI, CristianVargas, apodado El dipuhooligan, rompió los vidrios de uno de los accesos del recinto legislativo mientrasintentaba entrar junto con unos amiguitos tianguerosque llevó a pasear a su chamba.

Hace un año, nuestro querido Cristian hizo unberrinche similar. Resulta que a tan educado caballero le tocó una oficina sinvista a la plancha del Zócalo, –ese bello lugar del DF donde lo mismo duermenelectricistas, que maestros o microbuseros– y de puritito coraje aventó unasilla contra una puerta de cristal.

Pero a todos nos llega el Karma; y en diciembreel virus de la influenza AH1N1, o también conocido por Elba Esther comoAH1LNOPQ, infectó el esbelto cuerpo de Vargas.

La cosa es queayer cerró con broche de oro.

Parapresumir que no sólo sabe romper puertas, Cristian Vargas quiso aplicar condestreza el wikipediazo:"No conozco mucho de la obra de la señoraSusana Alenxander… pero de José Emilio Pacheco mis respetos, y te quitas elsombrero frente al señor y sus obras literarias son muy buenas. Conozco unaporque desde la escuela te enseñaban, una que es la de “Crónica de una muerteanunciada”. Y es muy buena".

Sobran las palabras…