El pasado viernes pintaba para ser un viernes feliz, nos dirigíamos a la que sería la última jornada laboral de la semana pero entonces… al llegar a Paseo de la Reforma… nos encontramos con que estaba cerrada. Nada nuevo en últimas fechas, pero en esta ocasión no eran los integrantes del SME, los maestros o los transportistas sino una alberca, canchas de basket y futbol.

Viernes, sábado y domingo nos tocó sufrir (a algunos gozar, me imagino) el Festival Olímpico Bicentenario, por lo que se cerró Reforma para instalar todo un centro deportivo dónde podíamos ir a practicar algunos deportes y ver a atletas, la idea era mostrar los logros del deporte mexicano y permitir que la gente se acercara a los grandes deportistas mexicanos. Sería más un espectáculo que otra cosa.

La consecuencia de esta celebración fue un caos total en nuestra ciudad pues el cierre de una de las avenidas principales provocó que muchos llegaran tarde al trabajo o que de plano no tuvieran cómo.

Cabe mencionar que este evento no fue organizado por el gobierno del DF sino por la Comisión Nacional del Deporte que es federal. En realidad no importa quién haya sido el organizador, lo que cabe resaltar es la forma de afectar a la Ciudad de México por el tráfico provocado.

No tenemos nada contra el deporte pero pudo haberse hecho algo diferente para incentivar el deporte en los mexicanos, si entran al twitter de Bernardo de la Garza, titular el deporte en México, (@bernardodlgarza) podrán leer varios mensajes disculpándose por el tráfico ocasionado.

Además de eso, el costo del festival fue de 80 millones de pesos, según cifras de la misma comisión, todo para "un buen espectáculo" como dijo Ana Guevara después de participar en el evento.

Lo cierto es que no nos aportó mucho y fue más circo que otra cosa.

Tantos millones se pudieron utilizar para renovar o construir centros deportivos en las delegaciones del DF y en los municipios del país o hacer un festival pero repartido en las localidades, invitándonos y motivándonos a practicar algún deporte.

El consuelo es que ya pasó y nada más. Nosotros invitamos a los Chilangos a hacer ejercicio y a los gobiernos a no cerrar las calles tan seguido.