Aquí sí lo hicieron bien y no tengo más que mencionarlo. Todos nuestros héroes revolucionarios –Zapata, Madero, Villa, Carranza, etc.– fueron portadores de un grandioso vellofacial. Bigotes que llevarían al mismísimo Tom Selleck a devolvernos Texas contodo y California y un cachito de Michigan.

Bigotes que llevarían al mismísimo Tom Selleck a devolvernos Texas con todo y California y un cachito de Michigan.

Hombres de verdad con ropa sucia, botas, sombreros y unbigote que intimidaba a quien lo viera… O tal vez la intimidación se dabapor sus rifles (de fuego)…, no lo sé.Lo que sí sé, es que Zapata hoy sería uno de los hombres más sexys del mundocon ese mostacho y que en algún punto entre la oración pasada y ésta yo mevolví gay.

Ni modo, lo sientochicas.