Desde hace décadas, por estas fechas suelen salir los nacionalistas a rasgarse las vestiduras diciendo que el Halloween está terminando con el Día de Muertos y que las costumbres yanquis se imponen a los designios de nuestros antepasados aztecas.

Estas protestas, que ahora se publican mediante las cuentas de Facebook de los quejosos, las cuales actualizan utilizando el iPhone que sacan de sus Levi’s, ya no tienen mucho sentido, debido a que la celebración de Día de Muertos ha adquirido mayor fuerza, colocándose por encima de otros festejos, como las Fiestas Patrias.

Inclusive, hay costumbres que parecen muy nacionales, pero en realidad son adecuaciones patrióticas a tradiciones propias de Halloween, por lo que queda más que demostrado que ambas fechas pueden convivir sin problema una con otra.

Aquí enlistamos cinco razones por las que el Día de Muertos y el Halloween pueden coexistir, básicamente porque no se parecen entre sí.

1. Son fechas diferentes

De entrada: el Halloween se celebra el 31 de octubre y el Día de Muertos es el 1 y 2 de noviembre. Así que puedes organizar una fiesta de disfraces un día y los otros dos comer tamales y beber chocolate caliente.

2. Calaverita y ‘trick or treat’

En realidad, la tradición de pedir “calaverita” no es nada mexicana, sino que es una variación del “trick or treat” del Halloween.

Cuentan que la tradición de los niños gringos de amenazar a los habitantes de una casa con hacerles travesuras si no les dan dulces viene de una antigua costumbre celta en la que un espíritu maligno llegaba a las casas ofreciéndoles un trato (como que le regalaran algo) o, de lo contrario, haría un truco, que en realidad era una maldición que caía sobre esa familia.

Pero en ninguna historia prehispánica se dice que los niños salían a pedir calaverita. En realidad, esa costumbre viene de la primera mitad del siglo 20, cuando los niños en la calle pedían monedas para poder comprar una calaverita de dulce, por eso la frase correcta es “¿me da para mi calaverita?”.

Todavía a inicios de los 80 era común que los niños que salían a la calle durante el Día de Muertos pedían dinero en efectivo y se enojaran si les daban frutas o dulces. Ya en el siglo 20 es común que se les regale dulces… como a los niños gringos.

Así que, en esta caso, se hizo mexicana una tradición de origen extranjero.

3. Calabazas y ofrendas

En el Halloween, las personas colocan afuera de sus casas unas calabazas a las que previamente les hicieron unos hoyos que forman una cara aterradora. Estos adornos se colocaban en la antigüedad para alejar a los espíritus malos, como el que ofrecía el “trato o truco”.

Esa costumbre también señalaba que el 31 de octubre, que era la noche previa al día de Todos los Santos, los espíritus podían deambular libremente por el mundo de los vivos, de ahí la costumbre de los fantasmas, brujas y toda clase de seres que provocan miedo la noche de Halloween.

En cambio, el Día de Muertos no contempla fantasmas, sino almas que llegan a las que solían ser sus casas para comer los alimentos que fueron colocados por sus familiares en un altar levantado en su honor.

Como ambas celebraciones no se parecen, no es recomendable colocar, por ejemplo, una calabaza con cara en la ofrenda, así como tampoco sería buena idea prender copal en una fiesta de Halloween. Simplemente hay rituales en ambas celebraciones que no se pueden mezclar.

4. Catrina y calaveras

Las calaveras se pueden ver tanto en el Halloween como en el Día de Muertos. De hecho, en los últimos años, los gringos gustan de adornar sus casas con calaveras adornadas con motivos mexicanos, mientras que en México cada vez se regalan menos calaveritas de dulce y se sustituyen por unas nada tradicionales de chocolate o de cerámica.

Aunque la calavera es el elemento más antiguo del Día de Muertos (era un elemento muy utilizado por los prehispánicos para rendir culto a la muerte), se le ha dado un toque moderno con lo que se conoce como “Catrina”.

La famosa “Catrina” tiene su origen en un personaje creado en 1910 por José Guadalupe Posada, quien la bautizó como “Garbancera”, y era una burla a aquellas personas que tenían sangre indígena y europea, pero que renegaban de sus orígenes precisamente porque querían sentirse españoles o franceses. Fue unas décadas después cuando Diego Rivera la plasmó en el mural “Sueño de una Tarde Dominical en la Alameda” dándole la apariencia actual, pero hasta entonces no se había pensado como un elemento para conmemorar el Día de Muertos.

Adornar la casa con una Catrina o disfrazarse de ella el 1 y 2 de noviembre es una costumbre que tomó fuerza a finales del siglo 20, por lo que es una especie de “tradición moderna” para estas fechas. Darle vida a las calaveras es también una fusión entre el Halloween y el Día de Muertos.

5. La fiesta nacional

En México, el Día de Muertos es tan fuerte que difícilmente una celebración tan gris como el Halloween terminaría con él.

Por ejemplo, en la Ciudad de México, el 1 y 2 de noviembre se organizan más actividades en plazas públicas, museos, iglesias, restaurantes, mercados, teatros, escuelas, parques, centros comerciales y millones de hogares que en ninguna otra fecha, inclusive muy por encima de las Fiestas Patrias o Navidad.

Y es una fiesta tan vigente, que se ha ido modernizando con el tiempo, incorporándole, como ya vimos, a la Catrina o a los alebrijes, que hasta hace un par de décadas no eran comunes en esta celebración.

El altar de muertos es más popular que, por ejemplo, los nacimientos navideños, y es la única fecha no oficial (tanto laboral como religiosamente) en la que muchas escuelas y oficinas no trabajan.

El Halloween en México se limita a una fiesta o algunos adornos, no es en realidad una conmemoración generalizada.

Y tú, ¿coincides con que el Día de Muertos y el Halloween pueden convivir sin bronca alguna?

También checa:

Ofrendas alternativas y clásicas para visitar en el DF

Cosas en las que le atinó (y falló) ‘Volver al Futuro’

-Burger Boy: la extinción de los dinosaurios brontodobles

#FrasesDespuésDelSexo

Asalto con violencia en la colonia Morelos

Balacera en Tacuba; la policía detiene a dos

Rata se sube a robar a microbús en Martín Carrera y es capturado