Esta semana, Marcelo Ebrard anunció la creación de la Fundación Equidad y Progreso, la cual no desarrollará programas de asistencia social ni ayudará a lograr una mayor equidad en la sociedad sino que marcará las bases del diseño de su plataforma política hacia el 2012. Al mismo tiempo, el carnal Marcelo advirtió que los fines de semana dará a conocer su proyecto a los estados de la república, por lo que sábados y domingos nos quedaremos sin Jefe de Gobierno.

Con este aviso, Marcelo ya es oficialmente precandidato a la presidencia de México y, a la vez, da a conocer que no esperará más para iniciar su PRE-pre-campaña, lo cual es totalmente entendible, al fin que la ley no regula estas actividades y nadie parece estar interesado en respetarlas. Enrique Peña, por ejemplo, lleva alrededor de dos años en campaña y López Obrador (su rival inmediato) suma cuatro haciendo proselitismo.

El mentado programa le ha traído a Ebrard grandes críticas por parte de la oposición, le dicen que si tiene tanta prisa pues que mejor renuncie (PAN) o que, si le tiene miedo a Peña Nieto, por más que haga campaña no lo va a poder alcanzar (PRI).

Lo cierto es que Ebrard deja la ciudad dos días, mismos que según él no se trabajan. En este momento, la ciudad de México tiene muchas necesidades que
seguramente no se resolverán un sábado o un domingo pero para las que
resulta elemental que el alcalde de esta ciudad permanezca en casa el
mayor tiempo posible. Por eso me atrevo a decir que su papel como gobernante de una ciudad tan caótica como la nuestra lo obliga a trabajar tiempo completo.

Lo único cierto es que quiere aprovechar el tiempo, el problema es que ha dejado que las críticas le lluevan, y al final de su mandato o cuando pida licencia para ahora sí comenzar en forma su campaña presidencial le va a costar muy caro.

Puede que a muchos ciudadanos no les parezca muy escandaloso que el jefe de gobierno se vaya "a provincia" a hacer proselitismo dos años antes de las elecciones.

Esperemos que Ebrard recuerde que la gente es la que sale a votar y la opinión en el DF puede cambiar por un mal gobierno.

Y, ustedes, ¿prefieren que el carnal Marcelo se quede en casa hasta que inicien de verdad los tiempos electorales o no les importa que use sábados y domingos para hacer campaña?