Ves a alguien en la oficina. Te gusta. Lo conoces. Todo se alinea y de pronto, tienes una relación en el trabajo. Qué afortunad@ eres, ¿verdad? Pues no. No queremos ser aguafiestas pero nooooo. Tener una relación en el trabajo tiene más contras que pros.

Libertad

En primer lugar estarás renunciando a ciertas libertades e independencia que te da el no tener a tu “pioresnada” en la chamba. Por ejemplo, quedarte más tiempo por algún pendiente. Si esto pasa y tu pareja sale en su horario, seguro se desesperará o provocará que tú desistas en quedarte. Lo mismo si sale un plan de última hora con tus compañeros godínez.

No podrás coquetear

Si eres ojo alegre y te gusta coquetear con tus compañer@s de trabajo, aunque esto no signifique necesariamente que quieras ser infiel, con una pareja en la oficina tendrás que pensártelo dos veces, ya que podría arruinar la relación.

Adiós a las ‘juntas de última hora’

Si de repente ponías de pretexto para irte a ver el futbol con tus amigos o echar la copa con tus amigas, que tenías una junta extraordinaria o el término de un reporte. Con tu pareja en el trabajo, olvídalo, no podrás volver a decir una mentira piadosa en pro del sano esparcimiento.

Chismes

No faltarán los rumores en el ambiente godínez. Que si tu novia no te trata bien o que si es más grande que tú, o que si podías haberte encontrado algo mejor. En fin. Siempre le sobrarán pretextos a tus compañeros para iniciar chismes y conflictos.

Celos

Te aseguramos que los celos aparecerán tarde o temprano. Ya sea profesionales o sentimentales. No faltará quién se lleve bien con tu pareja, hagan buena química y eso te moleste. O bien, que a tu pareja lo asciendan antes que a ti, a pesar de que tú le diste todas esas ideas. En fin.

Saturación

Tal vez al principio estará muy chido tener a tu pareja cerca, pero después de varias semanas, juntas, viajes, fiestas y reuniones juntos, lo más probable es que quedes saturado de ella o él y en tus tiempos libres no quieran ni verse. ¿De qué hablarán? ¿De trabajo?

Mezcla de trabajo y placer

Aunque suene atractivo, la realidad es que al final, mezclar trabajo y placer puede ser riesgoso. Si estás muy clavado puede ser que tu productividad baje por querer atender a tu pareja dentro de la oficina. También es probable que sus problemas laborales afecten la relación y que sus problemas de relación afecten su vida laboral.

Pérdida de objetividad

Otro punto riesgoso que puede darse por el hecho de tener a tu pareja en el trabajo es que pierdas la objetividad y defiendas a capa y espada sus acciones y propuestas. También, es probable que quieras tomar partido en algún problema que tu pareja pueda tener en el trabajo y que incluso, por eso, hasta puedan perder la chamba los dos.

¿Qué pros y contras le ven a una relación en el trabajo?