Está bien que dentro de nuestra Chilangolandia amada hay mucho qué ver y dónde ir, pero también a las afueras de nuestro centro del universo hay sitios que merecen ser visitados. De hecho, para ser un chilango que se respete, ya deberías haber visitado mínimo 3 de las que aquí te mostramos. Si no, ¿qué esperas para ganarte el respeto que ya estás perdiendo? Visítalos ahora que andas de vacaciones o estás en vías de obtener unas.

¿Qué es?
Es uno de los parques nacionales más reconocidos en el Distrito Federal. Es enorme (casi dos mil hectáreas) y es medio boscoso. Como era sede de un monasterio, sus características principales son la paz y la tranquilidad “al aire libre”.

¿Cómo llego?
Por el camino al Desierto de los Leones, que es el camino “viejo”. Toma Periférico, un poco antes de Televisa San Ángel. O agarra la salida a Toluca, como yendo a Santa Fe, que es la ruta más rápida.

¿Qué hago ahí?
Además de picnis y parrilladas en sus inmensas áreas verdes, puedes rentar una bicicleta o llevar la tuya y pedalear por ahí. Si no, da una caminata por las ruinas y ermitas, o por el ex monasterio (está laberíntico y súper oscuro, así que toma tus precauciones). En la Capilla del Silencio puedes sostener una conversación con otra persona aunque está de espaldas y a unos metros de ti, en la esquina contraria. Medio místico/reflexivo, y también para hacer ejercicio.

¿Qué no me puedo perder?
Hay restaurantitos donde puedes comer carne de venado o de conejo, que te pueden hacer sentir más en “comunión con la naturaleza” (claro, a menos que seas vegetariano, en cuyo caso limítate a las quesadillas).