Muy pocos se pueden dar el lujo de vivir completamente solos al salir de casa de sus jefes, sobre todo si se trata de zonas céntricas en donde las rentas no son nada baratas. ¡Pero puedes compartir depa para dividir la renta y los gastos!

Un factor que puede contribuir a que los jóvenes vivan con roomies es la predominancia de la soltería, en comparación con anteriores generaciones. Por ejemplo, el 34% de los baby boomers vivía en pareja y lo mismo el 53% de los miembros de la generación X.

Sin embargo, compartir departamento es una modalidad de vida que presenta retos de convivencia. En ocasiones, para lograr una experiencia agradable es necesario establecer una serie de reglas para que la vida sea llevadera.

Propiedades.com sugiere estas 10 reglas para tener una vida relajada y libre de problemas con los roomies:

1. Vive con alguien compatible

Sean amigos o no, lo más importante es que la convivencia sea agradable. Sobran los casos en los que una amistad termina porque el exceso de convivencia resulta nocivo para la relación o porque resultaron no ser tan compatibles como pensaban. Sería un problema vivir con alguien fiestero si tú buscas un ambiente tranquilo.

Toma en cuenta elementos como la limpieza y el ambiente en el que te gustaría vivir, es básico que hablen de esto y tengan una comunicación constante, pues esa será la piedra angular de su convivencia.

2. Cuentas claras, amistades largas

Las cosas deben quedar claras desde el día uno en que tú y tus roomies empiezan a compartir casa o departamento. Todo debe quedar claro. Desde lo básico, como la división de la renta y los gastos asociados como agua, luz, gas e Internet, hasta quién limpiará las áreas comunes o lavará los trastes y qué días de la semana.

3. El dinero habla

Vivir con alguien desempleado es una decisión riesgosa. Aunque te aseguren que están en busca de un trabajo, no hay forma de saber cuánto tiempo tardarán en encontrar trabajo o si te dejarán colgado con la renta en el proceso. Piénsalo una y mil veces antes de aceptar vivir con alguien desempleado.

4. Los límites son importantes

Muchos problemas tienen su raíz en el momento en que los límites de una u otra persona se traspasan. No sólo límites en términos de espacio, sino también de convivencia. Definan de antemano hasta qué hora pueden durar las reuniones y si van a compartir la despensa. Si hay cosas que no deseas compartir, lo mejor es que las guardes en tu habitación.

5. Respeto al espacio personal

Aunque hay gente muy abierta al respecto, en general entrar sin permiso a la habitación de tu roomie no se considera aceptable, sobre todo si no está en casa. En general, una puerta cerrada o ver a tu roomie con los audífonos puestos significa “no molestar”, así que procura respetar los espacios para mantener la convivencia.

6. Cada quién su mascota

Si tienes la suerte de conseguir un lugar donde aceptan mascotas, el dueño del animalito debe entender que su mascota es su responsabilidad. Lo mismo va para ti. No se vale irse de viaje y dejarle el perro o el gato al roomie si no están dispuestos a cuidarlo. Si tu roomie acepta cuidarlo en tu ausencia, es muy importante dejarle dinero para que pueda comprar el alimento o dejarle una reserva de comida.

7. Negocia los espacios comunes

Desde la decoración, hasta quién puede ver la televisión y a qué hora es algo que se debe negociar. Si deciden comprar muebles o electrodomésticos, sobra decir que el costo se debe dividir, acordando de antemano qué pasará con ellos cuando ya no vivan juntos.

8. No todo lo que ves es tuyo

Así como con la comida, el tema de los libros, la ropa y otros bienes que estén en un área común debe quedar bien definido. Los inquilinos deben sentir la confianza de dejar sus libros en la mesa sin que desaparezcan o de dejar la ropa colgada en el perchero sin que alguien más la tome sin permiso. Por más que a veces lo parezca, no son familiares y es de mal gusto tomar cosas ajenas.

9. Tu familia no es mi familia

No es raro que familiares que viven lejos quieran quedarse unos días contigo para ahorrarse el costo de un hotel. Si tus familiares te proponen esto, siempre debes consultar primero con tu roomie. Los dos pagan renta y si alguien no quiere pasar su fin de semana con tus ocho tías está en su derecho.

10. Ten mucha paciencia

La convivencia entre las personas siempre es complicada, sean amigos, desconocidos o familiares. Lo mismo aplica con un roomie y debes tener paciencia en caso de que haga algo que te moleste. No explotes a la primera. Háblalo con calma y decidan si sus diferencias tienen solución.

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