Muchos contestarían sin dudar que los tacos es la comida nativa del DF. Jorge Ibargüengoitia ya hablaba del gran acontecimiento que significa tener los de canasta en las calles de la Ciudad de México.“Son el Volkswagen de los tacos” dijo alguna vez por buenos y baratos: sin embargo sabemos que estos vienen del estado de Tlaxcala así que no podemos considerarlos chilangos de origen.
De hecho, el que tanta gente haya venido de otros estados a instalarse a la capital a mediados del siglo XX, hizo que adoptáramos muchos platillos como propios aunque no lo fueran (¿quién en su sano juicio dudaría que los tacos de barbacoa del fin de semana no son chilangos?).
Pensemos al revés ¿qué platillos se sirven exclusivamente en la ciudad y que son desconocidos en otros estados?
Lo que hicimos fue preguntar a gente de toda la república qué cosa les sorprendía más de la cocina popular defeña y qué alimentos jamás se les habría ocurrido probar en su lugar de origen ¡esto nos contestaron!
Daniel Ortiz, de San Luis Potosí
“Las tortas de chilaquiles eran desconocidas por mí. Como chilaquiles y a veces pan, pero combinarlos me parece una exageración: la clave para mí, como potosino es que no se puede mezclar masa con masa. Meter masa de maíz con masa de tortilla es una redundancia gastronómica ¡ja!”
Pablo Ramírez, de Hermosillo
“Cuando llegué al DF siempre dije que acá son tan ahorradores que hasta se comen las flores ¡ja! Las flores de calabaza son prácticamente desconocidas allá, no sé porqué se las comen. Tampoco el huitlacoche: creo que mi abuela una vez trató de prepararlo pero no supimos si lo estábamos comiendo bien”.
Azul García, de Guadalajara
“Jamás en toda mi vida, ni en mis sueños más extraños pude imaginarme que había una cosa como los huauzontles. No entiendo a quién se le ocurrió que esas yerbitas se pueden hacer en tortitas con caldillo. La primera vez que me los sirvieron no supe ni cómo comerlos y le entré con todo y ramitas, hasta que me explicaron que hay que agarrarlos con las manos y pasarlos entre los dientes. Si lo piensas es muy extraño eso.”
Raúl Mendiola, de Chihuahua
“Esas yerbas que se comen en Navidad con mole, que le echan camarones. Los romeritos, que le dicen. No la arruinen, allá la cena se hace con pavo, con pierna de cerdo, qué es eso de comer yerbas en la navidad, se va a enojar el niño Jesús. El otro día fui a una cantina en el centro de la ciudad y me dieron tacos de eso. Y yo digo que los tacos se hacen de carne, no de yerbas.”
Cristina Juárez, de Guadalajara
“A mí me causa mucha gracia el caldo de habas, mi mente siempre lo relaciona con la Ciudad de México. De hecho el gusto por las habas es particularmente chilango: acá se las comen en chile, frescas, en ensalada y secas. Son deliciosas pero aún no entiendo cómo hacen ese caldo amarillo y espeso… porque las habas son verdes ¿no?”.
Jaime Sánchez, de León
“La-tor-ta-de-ta-mal-es-lo-pe-or. Y te lo digo despacito pa’ que lo entiendan: la torta de tamal es masuda, con migajón y luego para acabarla se la pasan con atole champurrado ¡de masa! ¿Cómo les cae eso en la panza? Y ya me acordé de otro: el tamal frito. Es manteca frita. Y aún hay más: el otro día que fui al DF ¡vi que alguien se hacía una torta de tamal frito! Así que si buscan un ganador: la torta de tamal es el platillo nativo. No hay en otro lado”.
Lilia Alcázar, de Sinaloa
“El otro día me llevaron a las tortas de chilaquiles de la Condesa. No podría creer cómo la gente hace fila para un platillo que a mi gusto no tiene sentido ¿tortilla adentro de un pan? Es como hacerte una torta de taco. Piénsenlo, solo que acá la tortilla está hecha pedacitos. Otra cosa que sólo he comido acá son los pambazos, rellenos de papa: lo mismo, es almidón adentro de un pan. Pues por eso están gordos ¡no se me ofendan pues!”
Parece que la torta de chilaquiles es el platillo nativo chilango: es inexistente en otros lugares (lo cual se nos hace increíble porque es deliciosa) ¿ustedes cual creen que sea el platillo que nos represente mejor?
