Sí, el cabello largo es hermoso. Pero todo lo que implica cuidarlo y mantenerlo como si fueras modelo de comercial de champú son palabras mayores.

Aquí hicimos un recuento de todas esas cosas que enfrentamos al querer lucir como Kim Kardashian saliendo de la alberca y sacudiendo la melena.

1. Nudos, muchos nudos

Ya sea que tengas el cabello fino o grueso, los nudos no faltan, sobre todo aquellos que se te forman en la nuca o en las puntas. Por algún extraño motivo esa zona se ha declarado oficialmente rebelde sin causa. Cuando pasas tu mano por ahí tienes que soltar los que se te formaron para evitar que la maraña crezca y se convierta en un devorador de sueños.

2. Lo chopeas en todos lados

En la sopa, en el cereal, en el yogur, en tu chocolatito caliente. Tu cabello siempre se interpone entre la comida y tú. Y si eres muy quisquilloso, probablemente decidas tirar a la basura lo que te ibas a empacar, pero si te vale sorbete, chupas tu cabello para no desperdiciar porque… #GORDO.

3. ¿Lavarlo a diario o no? Esa es la cuestión

Hay quienes prefieren esperar un día para lavarlo y otros más que odian que su cabello se vea grasoso en la raíz. En gustos se rompen géneros.

4. La coladera de la regadera

Ahora bien, si eres de los que deciden lavarlo a diario, sabrás que en tu coladera se forma un muppet que poco le falta para hablar. ¿Prontas señales de calvicie? Nah, nada de qué preocuparse. Sólo significa que tienes el cabello largo.

5. Se te atora por doquier

Al ponerte la ropa, al acomodarte el cinturón de seguridad, en alguna reja. Todos los lugares son ideales para que tu cabello se quede atorado en ellos.

6. Tu peor enemigo o tu mejor amigo: el estilista

Si es tu estilista de cabecera y sabe que quieres lucir como Lady Godiva por el resto de tus días, no habrá mayor problema cuando acudas con él a despuntarlo. Pero si por algún motivo sale de vacaciones y te corta el cabello su suplente, tiemblas. El centímetro que le pediste que cortara se convierte en una milla y te deja como Ce de Stranger Things.

7. La desbancada que sufres con los productos

Tener el cabello largo significa que tienes que usar alguno que otro producto para mantener su brillo. Los que venden en el súper, por lo general, son una tomada de pelo (textual) y no ayudan mucho, así que te conviertes en presa fácil de tu estilista y te deja en chones después de comprarle los productos que te ofrece.

8. En la playa luces como Mafalda

Si tienes el cabello largo y chino… oh-mi-Dios. La humedad hace de las suyas y te deja el cabello como un lindo micrófono.

9. Te adelgaza la cara

Bendita ilusión óptica.

10. La canasta de frutas

El calor te abate, por lo que decides hacerte un chonguito improvisado. Suena inocente, ¿no? Pues no. El dichoso chongo queda como una canasta de frutas que luce más grande que tu propia cabeza.

11. Tu cepillo se convierte en un cementerio

Unas cuantas cepilladas valen para que ahí yazca la mitad de tu cabello.

12. Mil tretas para dormir

Algunos optan por hacerse un chongo; otros, por trenzarlo. El caso es que siempre hay que procurar amarrarlo para que no te asfixie en la madrugada.

13. Niños versus tu cabello largo

Es la base de su entretenimiento. Lo jalan, lo chupan, enredan sus manitas y tienen una extraña fijación con él.

14. Los jalones

Siempre habrá alguien que te lo jale en el Metro. Tu cabello cae sensualmente sobre el tubo que está arriba del respaldo y no faltará quien te dé unos buenos jalones.

15. Jamás tendrás frío

Tu cabello es tu mejor abrigo.

16. Tardas AÑOS en hacerte un peinado

Hoy te entró lo inventivo/a y decides copiar uno de los peinados que viste en un tutorial de YouTube. Paciencia, aquí vamos.

17. Cabello largo, ideas cortas

Desprecias a quien aún tiene esta creencia.

18. El estilista, un usurero

Todos los servicios que requieras del salón de belleza cuestan una fortuna. Con toda seguridad puedes decir que tu estilista es el dueño de tus quincenas.

¿Qué otras cosas viven ustedes que poseen una mata larga?

También lee: