Comprendemos que a muchos les ha ido como en feria en la vida, pero ¿por qué desquitarse con todos? Aquí describimos algunas situaciones que nos toca chutarnos al convivir con estos seres:

1. Todo lo responden con sarcasmos

Le platicas que intentaste ponerte unos pantalones viejitos por la mañana, pero no te quedaron. Él simplemente te contesta: “ayer no te vi muy preocupado cuando te comiste dos gorditas de chicharrón”. Oh, pues… ¡mis kilos, mi vida!

2. Te ignoran, aun cuando no están ocupados

Te dejan por HORAS con las dos palomitas azules en el Whatsapp. O peor aún: tienes una cita con ella en un café. Al llegar, ves que está platicando con alguien por teléfono sobre el lugar al que salieron el fin de semana. Ni se inmuta de tu presencia y tampoco se molesta en decirte: “permíteme un segundo”. Nada, simplemente te ignora.

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3.Creen que todos debemos tener sus mismos conocimientos

Nadie les quita que sean unos doctos en diferentes temas, pero si uno desconoce sobre lo que ellos están hablando, arde Troya. Oh, relajados, les tomará un poco más de tiempo explicarlo, pero no pasa a mayores.

4.Se sorprenden porque no manejas el mismo nivel de lana que ellos

“¿Neta nunca has ido a Johannesburgo?”. No, ni siquiera conozco Aguascalientes, ¿contento?

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5. Te dan la contraria por todo

Ellos son los que mandan. Por ejemplo, les propones comer una pizza y te dicen que están a dieta. Les dices que vayan por una ensalada y te dice que están muy caras. Lo invitas a comer a tu casa y te contesta que está muy lejos. Ya, me doy.

6. Si les haces una sugerencia, te hincan el diente

Incluso cuando se les dices sutilmente, como que tienen un moco en la nariz o que se les está asomando el calzón. Uno lo hace por ayudar y sale mordisqueado.

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7. Jamás tienen tiempo para escucharte

Ok, entendemos que siempre están ocupados, que la vida es un ajetreo constante, pero ¿ni un minuto? Ya, es exagerado. Y si osan dedicarte unos segundos de su vida, se la pasan viendo el celular como si intentaran decirte: “llégale”.

8. Manejan bromas locales que nadie entiende

Sólo ellos y su interlocutor se ríen.

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9. Te cantan tus defectos en todo momento

Eso sí, como ellos se sienten autoridad para decirte lo que piensan de ti, no se tientan el corazón para lanzarte sangrientas críticas, como: “hace unos meses te veías más delgado; luces muy demacrado; ese corte de pelo te arruinó”.

10. Jamás reconocen que son hostiles

Por más que la gente les diga que se pasan de lanza, nunca lo reconocen. Así que si has reconocido a alguien con estas características, no te queda de otra más que: mandarlo a volar, porque nunca va a cambiar, o tratar de llevar la fiesta en paz en la medida de lo posible.

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¿Conocen a alguien así?

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