¿Por qué nos emociona?

Porque es gratis, y como dicen: gratis hasta las patadas. Básicamente, nomás por eso.

¿Por qué no debería emocionarnos?

Porque casi siempre es puro artisto que ni al caso, ora sí que “concierto deloquesea en el Zócalo” el próximo domingo (que últimamente los están moviendo a los pies de la Victoria Alada, en Reforma). Vas y todo mundo te aprieta y todo es incómodo y puedes perder las costillas. Mejor pagar que sufrir.

Nivel de patetismo

6.2