No nos hagamos tarugos, por más que en nuestra memoria hayamos sido bien portaditos, tranquilitos y relamidos, la verdad es que todos los chamacos en algún momento fuimos una pesadilla para nuestros papás. ¿Quién no rompió una ventana de un balonazo, quién no usó los cosméticos de mamá (me han contado) o no bolseó a la abuela en busca de varo para las maquinitas?

Desesperados por mantener a raya a sus pequeñas bestias, los papás se inventaron choros que iban de lo absurdo hasta lo francamente macabro. ¿Que no te portabas bien? ¿Que no te acababas las verduras? ¿Que le jalabas las trenzas a Laurita en la primaria? Aquí un recuento de las amenazas con la que nuestros jefes intentaban domesticarnos.

Si no te duermes temprano, va a venir ‘El Coco’

¡Ay nanita, va a venir El Coco! ¿Pero qué diantres es ‘El Coco’? ¿Quién lo ha visto y cómo es? ¿Por qué temerle al simpático y peludo fruto del cocotero? El origen de esta curiosa palabra vienen del portugués “côco”, nombre con el que se conocía a un fantasma que tenía cabeza de calabaza, como las de Halloween. ¡Gulp!

¡No me levantes la mano o se te va secar!

Esta es una de las favoritas de las mamás y de las abuelas. Por supuesto que es una salvajada pensar en pegarle a nuestras progenitoras, pero para asegurarse de que esto no fuera a pasar,ellas nos amenazaban con que nuestras manos quedarían secas e inutilizadas si osábamos levantarlas contra ellas. Chale.

Si te comes el chicle, se te van a pegar las tripas

Aquí uno de los mitos más extendidos. Si bien la goma de mascar se hizo PARA MASCAR y no para tragar, la verdad es que comérsela no va a provocar que se te peguen los intestinos ni mucho menos. Si esto fuera real, no se permitiría su comercialización y estaría prohibido tenerla al alcance de los niños. El chicle está hecho de “goma base”, lo que permite que se estire y sea masticable. La goma base no es fácilmente digerible, pero tampoco se pega a las tripas, así que cuando te comes un chicle, la goma pasa por los intestinos y es expulsada tan fácil como entró. ¡Buen viaje!

Espérate una hora después de comer para meterte a nadar

Mito acuático a la vista. No hay ninguna evidencia científica que asocie comer con alguna clase de accidente como ahogamiento o congestión. Se cree que es la manera de los papás de mantener a los hijos a la vista cuando ellos mismosestán gozando del mal del puerco y no tienen ganas de ir a cuidarlos a la alberca. ¡Listillos!

¡Déjate ahí o te van a salir pelos en la mano!

Esta es otra de las leyendas urbanas más socorridas. Que si recurres mucho a la ayuda de Manuela, la palma de la mano se te va a poner como peluchito de feria. Pero seamos honestos, si eso fuera cierto la mayoría de los adolescentes hormonales traerían la mano más peluda que King Kong. Así que no se preocupen chilangos, recurrir al amor propio no provoca pelaje indeseado.

Pórtate bien o va a venir El Viejo del Costal

¿Quién era este anónimo justiciero que apoyaba a los papás en la educación de sus pequeños cavernícolas? Se dice que este hombre era una especie de ropavejero, que le daba igual llevarse un mueble oxidado que un niño llorón y caprichoso. ¿A dónde iban a parar los niños que se llevaba El Viejo del Costal? Es un misterio que quizá nunca tenga respuesta.

Si ves a dos perros ‘pegados’ te van a salir perrillas

“Oye Mami, ¿por qué Firulais se le está encimando a la perrita de la vecina?” Acto seguido, las mamás nos amenazaban con que si veíamos a los perros sosteniendo lo que viene siendo la cópula, nos iban a salir unos incómodos granitos en los ojos conocidos como “perrillas” (de ahí su nombre). Puro choro, era la manera de nuestros papás de evitar una incómoda charla sobre sexo.

No te comas las semillas de la fruta o te va a crecer un árbol en la panza

Como diría Cuauhtémoc Gutiérrez De la Torre: eso es falso de toda falsedad. El estómago es un hervidero de sustancias digestivas que son territorio infértil para las semillas. Imposible que germinen ahí. Ahora que algunas semillas como las de las tunas, sí pueden causar obstrucciones intestinales, por lo que su fama de “taponas” no es gratuita. Cuidado con comerte un kilo de tunas si no quieres acabar más obstruido que Reforma por AMLO (¡toing!).

¡No veas la tele tan cerca o te vas a quedar ciego!

A pesar de que la lógica pareciera estar del lado de nuestros papás, hasta ahora ningún estudio ha demostrado que ver demasiada televisión o hacerlo muy de cerca pueda provocar ceguera o perjudicar la capacidad visual. Lo que sí es cierto es que algunos dibujos animados o videojuegos pueden provocar epilepsia, por lo que ya se obliga a sus fabricantes a colocarles una leyenda de seguridad.

¡No levantes ese dulce del suelo, ya lo chupó El Diablo!

Okei, levantar comida del suelo no es la cosa más higiénica del mundo, pero tampoco es que el demonio la chupe. Existe la famosa “regla de los 5 segundos” que dice que si se te cae algo al suelo puedes recogerlo y comerlo antes de que pasen 5 segundos, pero esa ley no tiene ningún fundamento científico. Bacterias como la de la salmonela se adhieren a los alimentos por contacto inmediato y pueden sobrevivir en el ambiente hasta por cuatro semanas. Así que eso de que “ya lo chupó El Diablo” era la forma de nuestros papás de evitarnos dolores de panza.

Pórtate bien o no van a venir Los Reyes Magos

¿Cómo no íbamos a crecer chantajistas, manipuladores y mentirosos si nuestros papás nos la aplicaban de chiquitos? Y ojo, también nos volvieron unos malditos interesados, porque condicionaban nuestros actos de bondad a recompensas materiales. Por lo demás, este mito nos causaba mucho coraje. ¿Cómo es que a Pepito, el vecino cábula le trajeron todo lo que pidió y a uno que se portó bien le trajeron unos cochinos calcetines y un suéter? ¡Justicia!

¿Y a ustedes chilangos, qué otros choros les tiraban sus papás con tal de que se portaran bien? Compartan en los comments o va a venir El Coco y les va a jalar las patas en la noche. Ñaca ñaca.