El equinoccio de
primavera es el evento social climático de maestros de yoga, curanderos y demás
fauna citadina que ha convertido la superación personal en religión lucrativa
.
Para estar en onda hay que sacar la ropa de manta, los paliacates, las
sandalias; no pueden faltar los cuarzos e incienso para las limpias. Desfilan
en caravana motorizada hacia la pirámide circular de Cuicuilco. La misión,
cargarse de buena vibra para el resto del año. Después de un rato de tener los brazos
levantados, el sudor les nubla la vista y más que energía sucede que se arden
hasta el dolor
. Se les ve refugiándose en Perisur, listos y uniformados para
iluminar la plaza con sus rostros fosfóreos de sol.