Antes de la sesión de fotos Memo atiende diez minutos a la conductora a la conductora Mónica González. Regresa quitándose los Ray-Ban.

—¿Cómo estás? —lo saluda el fotográfo.

—Estaré mejor cuando les ganemos a las Chivas el domigo
contesta.

—Me arde la cara —le dice Ochoa a Naxla tocándose el rostro. Ella lo abraza: «¿no te pusiste protector?».

«Acomódate el cabello», le dice Naxla al iniciar las fotos. Llega a revolvérselo. Ochoa se deja paciente. El fotógrafo le pide un gesto recio para la primera imagen.

—¡Qué jeta! —le reclama ella.

—Me dijo serio —justifica Ochoa

El fotógrafo le pide hacer una señal fálica con el dedo medio. Ochoa voltea a su amiga, pidiendo aprobación. «eso no», le aclara.

«Ahora salta», dice el fotógrafo. Dice el fotógrafo. Ochoa lo hace. «esa no estuvo gay sino lo que sigue», añade su amiga.

El portero revisando su Nextel, camina al estacionamiento. Todos se han ido, sólo se oyen las podadoras y el motor de su BMW, de lejos nos hace la “V” de la victoria. Las llantas dejan una ráfaga de tiera. No lo sabe pero en unos días lo espera la gloria, o algo cercano a eso: una victoria por 3-0 en el Maracaná ante el campeón brasileño, el Flamengo, por la Copa Santander Libertadores. Su valla invicta, atajadas fantásticas y la resurrección de su equipo. Y de regres, claro, otra vez a la fama.