La primera entrega sorprendió por el mapa abierto y la originalidad de su historia. La segunda versión nos presenta una asombrosa reconstrucción del Renacimiento en Italia. Si pensabas que Altair era admirable por su movilidad Ezio lo supera gracias a su capacidad de trepar, brincas, escabullirse con la facilidad de apretar un botón. Si Assassins Creed fue criticado por la monotonía de sus misiones la secuela nos entrega distintos tipos de misiones, desde los conocidos asesinatos hasta estrenar los inventos de Leonardo Da Vinci.

¿Por qué lo seguiríamos jugando?

Nunca nos cansaremos de andar trepando entre techos, balcones y torres. Además, de que es imposible aburrirse matando por la espalda. La trama llena de suspenso e intriga nos quita el sueño, es un capítulo más en la eterna guerra entre los asesinos y los templarios.

Lo inolvidable.

Decorar tu villa con pinturas del Renacimiento y golpear Bardos.