(Este título nos hizo sentir reporterospolicíacos, jajajaja). La verdad es que esta nota no es nada chusca, aunque a quien tenga humor negro no le impediremos que se ríacon lo siguiente:

Muchasfueron las crónicas que se escribieron y se televisaron sobre los panteones delDF en este Día de Muertos. Las cifras sobre la sobrepoblación en los cementeriosno se hicieron esperar.

Nosenteramos que más de un millón 400 mil tumbas están en la irregularidad(oséase) no pagan su anualidad o ya venció su vigencia. Además supimos que el70% de los chilangos prefiere ser incinerado que enterrado.

No nos vaya a pasar lo de Joaquín Pardavé, dicen algunos.

Yasí muchas cifras más. Pero lo que menos esperábamos era esto(quienes ya son padres, debenleer con atención): Resulta que Emiliano, un niño de cuatro años, fue llevadopor sus papás al panteón 20 de noviembre en Tlalpan, para visitar a sus difuntos.Y, como era de esperarse, el pequeñose aburrió y se puso a jugar con sus primitos entre tumbas abiertas, floressecas y cascajo.

Elchamaco corrió y trepó en las tumbas, pero cuando una piedra se hundió, el pequeño, para no caer, se abrazó a la cruz de una tumba. La piedra se desprendió y cayó sobre el cuerpo de Emilio, golpeó su cabeza y lo mató.

Lohorrible de esta historia es que la cruz era de la tumba de su abuelo.

29019No, neta, Muerte, cu?l es tu maldito problema....

No, neta, Muerte, cu?l es tu maldito problema…. (Especial)

Uffff,ya hasta nos dieron escalofríos.

Aguas con la falta de mantenimiento en los panteones de la ciudad, los convierten en un peligro constante.

Y, bueno, para bajarle a la intensidad, chequen la ofrenda del Zócalo, donde lashistorias no fueron tan locas.

https://www.youtube.com/watch?v=gcx0d7VRyzo