Científicos de la Universidad de Harvard realizaron un estudio a personas que aseguraban haber sido “abducidas” por aliens. Para ello, los dividieron en dos: el primero aseguraba haber recuperado posteriormente memorias de su experiencia, y el segundo, no recordar la abducción, sin embargo, atribuía a ésta cicatrices, despertar en posiciones extrañas, depresión y mal sueño. Pruebas de memoria revelaron que el primer grupo era más propenso a crear falsas memorias a partir de cosas leídas o vistas. Además, todos desarrollaron esta creencia después de describir un episodio que concordaba con parálisis del sueño, frecuentemente acompañada por alucinaciones, escalofríos, luces parpadeantes o sombras flotantes cerca de la cama.