Esta es una guía facilita: sólo toma esta revista entre las manos, párate de ese sofá y empieza a hacer planes para este mismo sábado. Te proponemos reformar tu agenda de entretenimiento, que salgas de lo usual y te atrevas a lanzar una caña de pescar o aprendas a manejar un auto en situaciones de riesgo, por ejemplo. Hay muchas “tribus de ocio” en esta ciudad que pueden enseñarte cosas nuevas: hay un mundo allá afuera (diría tu mamá) y aunque sabemos que es difícil decirle que no a las series por cable y al videojuego, estamos seguros de que aquí encontrarás una buena opción para esos fines de semana en los que, parafraseando a Agustín Lara, “el hastío es pavo real que se aburre de luz en la tarde”.

Guía de Navegación: Explicación de categorías

Peligrómetro
1 de 5: Tan seguro que tu abuelita con una venda en los ojos podría realizarlo.
2 de 5: Casco y rodilleras son suficientes.
3 de 5: Quizás recibas algún raspón (físico o moral).
4 de 5: No apto para nenitas de trenzas (figurativamente hablando, claro).
5 de 5: Practícalo sólo si tienes un buen seguro de vida.

Geekómetro
1 de 5: No requiere clavadez alguna.
2 de 5: Tiene gancho pero si no lo vuelves a practicar ni te inmutas.
3 de 5: Quizás requieras comprar un libro o un uniforme para practicarlo.
4 de 5: El juego es parte de la identidad de una tribu urbana y estás a punto de pertenecer a ella.
5 de 5: Es esto o hablar Klingon (o su versión moderna, el Na’vi).