Algo bueno de las festividades es que la ciudad siempre se viste de gala y puedes ver anuncios luminosos, adornos brillantes y muchas cosas que implican brillantez (y jamás nos quejaremos de eso!). Uno de los días más representativos de estas decoraciones es, por antonomasia, el 15 de septiembre, donde el zócalo capitalino se llena de luces, fuegos artificiales y una venta de productos “mexicanos” mortal. Luego es bonito para ir a tomar fotos o simplemente pasar el rato (el tiempo libre, eso que siempre buscas matar).

¿Recomendaciones?

No hay nada de malo es ir a ver todas estas ornamentaciones. Si te gusta la fotografía, aprovecha esos rollos que no has usado muchacho, que luego salen grandes joyas del paisaje urbano vestido de lentejuelas (como Gloria Trevi).