Ah, clasicazo. Henry destruye su casa al eludir en cuanto pasillo, escalera o cuarto a Edgar Davids y Rafa Márquez. Tiene sus momentos de gloria cuando tira el cuadro de Arsene Wenger («Sorry boss»), y cuando se encuentra al ManU. Divertido, bien logrado y con una escena famosona: Henry se para con sus dos pies sobre el balón y gira para abrir una puerta.