Por misteriosas razones que a la mayoría no nos quedan muy queda claras, cual si fueramos pokemones o digimones evolucionaremos y nos van a cambiar el nombre de Distrito Federal a Ciudad de México. ¿Qué incluye nuestra Cajita Feliz de cambio de nombre? Ahí les va: nueva Constitución, Congreso local propio, cambio de delegaciones por alcaldías y papas y refresco grande. Ah no, eso no.

Dejen ustedes que ahora los niños de primaria tendrán que aprender a poner la fecha con un formato rarito (“México, Ciudad de México, a 7 de enero de 2016”), la primera duda que nos surge es… ¿Y ahora cuál es nuestro gentilicio? A ver, meditemos 7 posibles opciones:

1-Ciudadeño: Pus miren, suena a “Ciudadano” y estaría chido escribir “Luisito González es un ciudadano ciudadeño desde su nacimiento”.

Pros: Como suena a ciudadano y rima con leño, podría favorecer la industria local de rap (y el albur).

Contras: La Ciudad del Cabo y la Ciudad de Guatemala (jeje) se podrían poner al brinco.

2-CDMXeño: (se pronuncia Cedemexeño en castellano y Cí-dí-em-ex-eño en inglés). Este está chido porque es el nombre más millennial que nos podemos poner.

Pros: Nos veríamos bien modernous y se podrían hacer playeras chidas.

Contras: La neta “CDMX” suena a nombre de DJ de los 90.

3-Ciudademexiqueño: Creemos que esta es la escritura más correcta que podemos tener.

Pros: En el nombre llevaríamos el orgullo de todas nuestras letrotas.

Contras: Sería imposible ligar a gente de fuera.

-Hola, ¿de dónde eres?

-Soy veracruzana, ¿y tú?

-Soy ciudademexiqueño

-Ah, oye qué padre. Este, oye, comper, ¿eh? Es que creo que mi amiga me está hablando bai no me sigas hasta nunca.

4-Capitalino: Eso merito somos. LO QUE ES.

Pros: Suena bien acá.

Contras: Los cuates de provincia nos van a golpear cada que lo digamos fuera de la CDMX, quizá con justa razón.

5-Urbanomexicano: Hay que seguir el ejemplo de los hidrocálidos y los regiomontanos y ponernos un nombre bien correcto según la raíz latina.

Pros: Esteem… alguno debe tener.

Contras: Suena a que tocamos en Transmetal y nos pasa el rocanrol. Rolen la estooopa.

6-Quesadillasinqueseño: Entre tanto cambio debemos aferrarnos con fuerza a nuestra identidad y valores que nos hacen únicos.

Pros: Es un valeroso desafío al resto del país y una heroica defensa de nuestros usos y costumbres.

Contras: Se desataría la guerra civil con el resto del país por el derecho a los lácteos opcionales en nuestros antojitos.

7-Trafiqueño: Es nuestra producción más abundante y que nos sale más chida.

Pros: Sobre aviso no hay engaño y si vienen ya saben a lo que se atienen.

Contras: Es tan deprimente que todos nos iríamos a vivir a la sierra.

Después de analizar estos 7 nuevos gentilicios, ¿no deberíamos simplemente EXIGIR considerarnos CHILANGOS a nivel constitucional? Piénsenlo.

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