Que un personaje famoso se encuentre en problemas con la ley es un gran atractivo para un amplio sector del público, los medios y hasta para que el Gobierno haga llegar sus mensajes de forma más efectiva.

Revisemos algunos de los casos más sonados de artistas que han tenido problemas con la ley en México.

Gloria Trevi
Quizá el caso más famoso en los últimos tiempos (hasta ahora, pues) de una celebridad mexicana en la cárcel es el de Gloria Trevi, debido a que todo ocurrió mientras se encontraba en el punto más alto de su carrera y por todos las historias que se tejieron a su alrededor.

En 1998 se le vinculó con una red de trata de menores y hasta con una secta satánica (¿se acuerdan del maléfico “Clan Trevi-Andrade”?), por lo que se dio a la fuga hasta que más de un año después fue capturada en Río de Janeiro junto con Sergio Andrade, quien fuera su representante y otras cosas más.

Se quedó en Brasil, donde pasó tres años en prisión (inclusive, ahí dio a luz a su hijo Ángel Gabriel), hasta que fue extraditada a México, y cuando todos esperaban que pasara varias décadas en la cárcel, resultó absuelta, por lo que quedó libre en septiembre de 2004.

Laureano Brizuela

En 1989, este argentino de cabello rizado, potente voz y que se autocalificaba como rockero, triunfaba en la radio mexicana con grandes temas, como un cover de la canción clásica “Pretty Woman” y que en español llevaba por título “Muchachita”. Pero no fue por eso que se vio en problemas con la ley.

Era el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, donde todo podía pasar, así que un buen día se anunció que había sido aprehendido por el delito de evasión fiscal y se convirtió en el escándalo mediático del año (bueno, uno de tantos), pero también fue un mensaje del Gobierno para que todos fueran puntuales al pagar sus impuestos.

Brizuela ha contado (inclusive sacó recientemente un libro) que salió de prisión cuatro meses después gracias a la intervención de altas autoridades de Televisa y responsabiliza a la Secretaría de Hacienda de haberle “puesto un cuatro”.

Kalimba
Un día, este cantante ex OV7 estaba en un antro de Chetumal haciéndola de DJ y ligándose a un par de edecanes que resultaron ser menores de edad (¿y estaban trabajando en un antro?), por lo que quien en su niñez prestara su voz a Simba en “El Rey León” fue acusado de violación.

Unos días después, en enero de 2011, se le giró orden de aprehensión y fue detenido en Texas para que posteriormente lo deportaran a México, donde podía ser condenado a una pena de hasta 25 años.

Después de unos días fue puesto en libertad… y en 2011, una de las chicas que lo denunciaron posó en una revista para caballeros.

La moraleja de esta historia es: “ten cuidado de con quién te metes”.

Celia Lora
La hija de Alex y Chela Lora permaneció tres meses en el penal femenil de Santa Martha debido a que se le impuso una pena por el delito de homicidio culposo agravado, la cual se redujo posteriormente, por lo que alcanzó su libertad bajo fianza en agosto de 2010.

En mayo de ese año, Celia se vio involucrada en la muerte de un transeúnte mientras manejaba en estado de ebriedad en la lateral de Periférico.

Paquita la del Barrio
En 2007, cuando regresaba de un viaje a Estados Unidos, la “Rata de Dos Patas” (bueno, su intérprete) fue detenida por un supuesto fraude fiscal de un millón y medio de pesos.

No duró mucho tiempo en la cárcel y, unos meses después, grabó una serie de spots para la Secretaría de Hacienda invitando a los contribuyentes a ponerse al corriente en sus obligaciones fiscales.

Las versiones de la época señala que no cobró un centavo por aquellos comerciales de radio.

Juan Gabriel
No era famoso cuando “El Divo de Juárez” pisó la cárcel, pero gracias a ello inició su carrera que lo convertiría en toda una estrella de la música mexicana.

Resulta que a finales de los 60 fue acusado de robo, por lo que permaneció año y medio en el entonces penal de Lecumberri (donde hoy está el Archivo General de la Nación y en donde también estuvieron presas personalidades como David Alfaro Siqueiros… o Pepe el Toro, pero ese en la película del mismo nombre).

Gracias a algunos contactos que hizo el entonces joven llamado Alberto Aguilera Valadez al interior del penal, conoció a Queta Jiménez, una popular cantante apodada “La Prieta Linda” (todavía no existía Conapred para declarar el mote como políticamente incorrecto), quien le consiguió disquera (claro, después de que quedó libre), lo llevó a la televisión y le dio el impulso necesario para que saltara a la fama con el nombre de Juan Gabriel.

¿Recuerdas a algún otro famoso que haya tenido problemas con las leyes mexicanas?

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