En condiciones normales, el agua toma la forma del recipiente que la contiene; en una cantimbolsa, el recipiente toma la forma del agua.

¿Qué es?
Una bolsa de plástico que guarda en su interior algún líquido potable (agua, refresco, chela, licuado, jugo) que se comunica a la boca del bebedor por medio de un popote.

¿Cómo funciona?
Se coloca dentro de la bolsa plástica la botella de refresco o cerveza previamente abierta, se voltea hasta que vacíe su contenido o se llene la bolsa (lo que ocurra primero), se le inserta un popote, se amarra la boca de la bolsa con una liga cuidando que el popote quede fuera y se entrega al consumidor.

¿Sirve?
Sin duda: el bebedor, obligado a sostener todo el tiempo la bolsa en su mano con el popote apuntando a su boca; es decir, sin la posibilidad de dejarlo en una mesa sin causar un derrame, se ve invitado a seguir bebiendo, acto por demás compatible con nuestras costumbres.

Teorías acerca de su existencia:
La parábola bíblica dice que Jesús transformó el vino en agua en las Bodas de Caná. Lo que no dicen los Evangelios es que la juerga siguió y ya en la peda, Jesús cambió también los vasos por bolsas desechables. Así empezó todo.