¿Por qué impulsar una medida así?
Es obvio: conducir borracho es la peor manera de poner la vida en peligro. Y, acá en el DF, es casi deporte nacional.

¿Cómo cambiarán las cosas para bien?
De nuevo, menos accidentes. Hay mucha gente que auténticamente piensa que maneja mejor ebrio que sobrio. Así que el cambio cultural de este tipo de especímenes sería apabullante.

¿Y si se malentiende la medida?
Otro producto de la sabiduría popular: “¿para qué beber y manejar, si se puede fumar y volar?”. De nuevo: quizá haya menos gente bebida al volante, pero nadie dijo nada de pachecos, insomnes, iracundos y demás animales que luego agarran el coche.

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