En una de esas ustedes comían en vez de jugar. Les encantaban las paletas, los chocolates, los bombones, los malvaviscos, y cuando vieron por primera vez un Kinder Sorpresa se volvieron locos. Lo-cos.

cuando vieron por primera vez un Kinder Sorpresa se volvieron locos. Lo-cos.

Pues dentro de toda esa diabetes infantil hay un dulcecillo que no sé si recuerden. El Pez. Cabeza de alguien famoso con cuello largo lleno de dulces. Tal vez los probaron, tal vez no. Lo que estoy seguro es que se van a ir de espaldas a la Condorito al saber lo siguiente. Si hubieran guardado un solo Pez, un solo cuello con su cabeza del Tío Gamboín, me siento hasta mal diciéndoles esto pero se lo buscaron, si hoy encuentran ese Pez y lo venden podrían ganarse 32,205 dólares. Uuuuuf ya los vi levantando la duela de la casa donde crecieron.