¿Qué se hizo?

Sería más fácil decir que no se hizo, pues a simple vista el buen Alfredo tiene hechos, nariz, ojos, pómulos, labios, barbilla, entrecejo y enormes cantidades de botox.

¿Por qué no le quedó bien?

Uno más que cayó en la exageración, aunque al parecer también sufrió las consecuencias de un mal cirujano, pues el rostro de Palacios perdió naturalidad. Luce sin expresión facial e incluso le perjudicó la fluidez en su habla y su salud integral. Paradójicamente tiene un programa llamado Salud y Belleza.

¿La necesitaba?

Sí, pero el extremo y la mala fortuna con la que corrió, hicieron que el resultado fuera lamentable. Esos son algunos de los peligros de este tipo de cirugías.

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