Según las malas lenguas, los chilangos somos los peores depredadores de la naturaleza; sin embargo, a pesar de nuestra mala fama, nadie como nosotros para darle duro al reciclaje, pues aprovechamos todo lo que llega a nuestras manos para crear grandes inventos que facilitan la vida cotidiana.

Por lo anterior, hemos preparado una lista de inventos chidos, productos del ingenio chilango, elaborados con material cien por ciento reciclable. ¡Comenzamos!

1. Hay quien rellena de agua las botellas vacías y las coloca al pie de árboles, jardineras y paredes, para alejar a los molestos canes que desean hacer sus necesidades en la propiedad privada. ¡Gran solución!

2. Muchos son los que, por lo menos una vez en la vida, han utilizado un alambre en lugar de candado para atorar el zaguán. Sin embargo, este mágico objeto no sólo puede servir para eso, sino para muchas cosas más: detener el papel del baño, colgar revistas, destapar lavabos… ¡Nunca falla!

3. En las combis de antes, nada como el lacito que jalaba el chofer (eso sí, con bastante fuerza) para cerrar la puerta “automática”.

4. Otro clásico es el recubrimiento de baches, a base de tierra mojada y de basura: llantas ponchadas, sillones despedazados, colchones despanzurrados y demás desperdicios.

5. Las cubetas viejas y rotas, lejos de ser basura, si se les echa cemento con una varilla en medio, resultan un instrumento infalible para apartar lugares de estacionamiento.

6. En las taquerías y demás changarros de comida, ninguna bolsa de plástico transparente es desechable; nomás se llena de agua, se cuelga del techo y se convierte en un perfecto espantamoscas.

7. Las latas de chelas cortadas a la mitad pueden ser una excelente maceta para los retoños de las plantas.

8. Una agujeta puede salvar el pellejo de cualquier automovilista, siempre que la ocupe con imaginación: si se rompe el chicote del acelerador, ¡ahí está el remedio!

9. Las playeras desgarradas de ese equipo que nos ha decepcionado tanto (el Atlante, el Necaxa, el Guadalajara…) pueden ser las nuevas vestiduras de nuestra carcacha, o ya de perdis, las fundas de los asientos.

10. En las fondas, suelen usar envases de refrescos de 300 mL como saleros, o bien, de 600 mL cortados a la mitad como servilleteros.

11. Aquellos que traen la música por dentro han fabricado sus propias congas y bongoes con garrafones de agua, así como sus güiros y maracas, con envases de PET.

12. Los jóvenes de ahora han de saber que antaño, los antiguos tenochcas inventamos la rebobinadora de casetes, la cual consistía en un pluma Bic que atravesaba el objeto y en un muñequeo constante para darle vueltas. Como pueden ver, desde siempre hemos inventado cosas útiles (no nada más ahora).

13. No hay mejor muestra de estilo y finura para despachar un platillo gourmet, que utensilios y recipientes elegantes, pero al mismo tiempo, funcionales. Tal es el caso de las salseras de los que venden tacos de canasta: no son más que frascos de mayonesa vacíos, pero, ¡ah!, ¡cómo lucen exquisitos, colgados de la bicla!

Así las cosas, estimados lectores, no negarán que aquí en la capirucha sobra agudeza para convertir la basura en objetos útiles y prácticos. En este sentido, arránquense de ahí: ¿qué otros inventos conocen o han creado? No se apenen y presuman su creatividad.

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