No, esto no es una guía para que te vuelvas ligador. Digamos que, en todo caso, es una pequeña ayuda para que, ahora que iniciará un nuevo año no te pase, otra vez, esa experiencia común entre varios hombres: una mujer muestra interés en ti y, de repente, casi sin explicación, ya no. Lo que hicimos fue un sondeo entre las mujeres de la redacción, a quienes les preguntamos qué hace que les deje de interesar un hombre. Y nos enumeraron, algunas con saña infinita, estas cosas:

Los zapatos

Ésta fue unánime: las mujeres no toleran que los hombres usemos siempre los mismos y menos que se vean sucios. Y sí, la neta para nosotros cuando son cómodos nos los ponemos hasta que dejen de serlo, pero para ellas esto equivale a un “nunca se cambia los zapatos: ergo le apestan los pies”… lo cual no está tan lejos de la realidad.

La panza

Pon atención a la diferencia: si le dices “te ves bien panzona” a una mujer y no está embarazada, seguro le estás lanzando uno de los peores insultos de su vida. Si le dices a un hombre “te ves bien panzón”, seguramente sonríe y acaricia su timba como un bien valioso. Ahí está la clave: la combinación panza-dama es símbolo de excepción (bueno, casi siempre). Y si bien ellas nos toleran una pancita chelera, cuando se trata de una panzota, su nivel de tolerancia disminuye. El problema para nosotros es que la diferencia entre una y otra es sólo de dos tallas…

Pelos en la nariz

Para nuestras encuestadas todo lo que sale de la nariz vivió en concubinato con los mocos, por lo que debe ser arrancado de raíz, cortado, quemado, podado o lo que sea, pero jamás debe manifestarse en el exterior. Ah, y si aplicas esa de que te dejas crecer el bigote para que se mimetice el asunto, te recomendamos hacerte a la idea de ampliar tu horizonte de preferencias: si se trata de mujeres, sólo tu mamá te va a querer.

Orejas y cejas

Con lo de las orejas pasa más o menos lo mismo que con los pelos de la nariz: bajo ninguna circunstancia deben salir de excursión al mundo exterior. En el caso de las cejas, ten mucho cuidado: no se te vaya a ocurrir darles forma porque en automático pasarás de la categoría ‘prospecto’ a la categoría ‘amiga’: elimina sólo los pelos que crecen más que el resto, o los que buscan tender puentes de amistad entre ambas cejas.

Las manos

Sí, tu abuelito te dijo que deberías tener “manos de hombre”, pero lo cierto es que maltratadas sólo son aceptables para ellas si las usas como herramienta de trabajo. Traer los dedos con pellejos o, mucho peor, las uñas largas y con mugre es garantía de que les darás asco. Ahhh, y esa de dejarse la uña larga del meñique dizque para tocar la guitarra… Los únicos guitarristas de verdad que llegan a usar el meñique al usar las cuerdas son los de flamenco. Si tú apenas tocas los acordes del círculo de Do, no te quemes, Slash región 4.

Barba y bigote al libre albedrío

A algunas les atrae vernos peludos, a otras no, pero lo que ninguna ve bien es que la barba crezca como si eligiera su propio destino: unos vellos más largos que otros, algunos de vacaciones en los pómulos, etc. Una delineada y recortada frecuente evitará esto. “Frecuente”, en el lenguaje de ellas, es por lo menos una vez cada fin, no como para ti, que es cada que ya es urgente.

Comer como troglodita

No es parte de tu aspecto personal, pero sí de tu imagen: si comes como el Capitán Cavernícola, no tienes posibilidades de ser aspirante a donjuán. Y no tiene que ser la imagen grotesca del tipo atascándose frente a ella. Varias nos confesaron que les caen mal esos que en nombre de la confianza que da el ligue, les roban de su comida (sí, de eso que dicen ¿me dejas probar?) Y la neta muchos solemos hacerlo.

Vellos en la espalda

Por sorprendente que parezca, ellas dicen odiar esto: lo curioso es que en el pecho no es grave y en la espalda sí (entienda el que pueda). Como sea, ya sabes que ante el menor asomo de pelos en la parte posterior, debes llevar a una nueva invitada a tu vida: la cera. No, por favor ni nos preguntes cómo, que las expertas son ellas y esta no es una nota de belleza. Pídele asesoría a una amiga (de preferencia no a la que te gusta, porque en vez de que se le quite el asco, podrías darle más).

Lavado de dientes

Ésta ni te la deberíamos decir, pero insistieron tanto ellas que tuvimos que agregarla: si no te lavas los dientes o si traes un aliento como tipo perro-atropellado-de-cuatro-días, ni le muevas. Es más, ni te le acerques a una mujer. Bueno, ni salgas de tu casa: no tienes activos en la economía del amor, Mr. forever alone.

Los pies

Maestro, si una mujer te ve los pies desnudos y no es de tu familia, entonces significa que has superado exitosamente el umbral de su desconfianza, así que no arruines las cosas: ella los analizará con cuidado y hará una perversa asociación mental en donde, no nos preguntes por qué, vinculará el aspecto de tus pies con el estado de salud de otra parte de tu cuerpo que tú valoras más. Si tienes hongos, ya ni te decimos…