¿En dónde?
Ooobviamente, en el lago de Chapultepec. Un clásico de la idiosincrasia chilanga.

¿Por qué vale la pena?
Primero, porque el lago está re chulo. Segundo, porque es el pretexto de un día increíble: ir al Castillo de Chapultepec, hacer picnic en el bosque, patinar o ver una de las expos de fotos que hay constantemente en las rejas de Reforma.

¿Cómo le hago?

Primero, te recomendamos que vayas de compras a una tienda gourmet, como Dumas Gourmet (que además queda cerquita del bosque). También consigue boletos del museo del Castillo, porque se acaban.