Es una pulpo y se llama Remedios. Está en la pared de cada salón y ofrece a los niños las diferentes herramientas para que, cuando tengan algún problema, ellos solitos lo identifiquen, sepan a quién dirigirse y cómo resolverlo.  En cada tentáculo sostiene una opción: Directora, Coordinadora, Mediación, Psicología, Enfermería y Acoso escolar. Así es como se lleva a la práctica la filosofía educativa en la Idishe. El sistema es constructivista y con “project approach”: los alumnos  escogen sus temas, investigan y los trabajan en todas las materias. Aunque sí hay clase frontal, se trabaja en grupos pequeños y parejas. El perfil es muy tecnológico y las instalaciones son de punta. Los niños con necesidades especiales se integran una parte del día con el resto del grupo. Desde chiquitos son bien grillos: participan en la sociedad de alumnos a partir de 6º y aprenden a ganar y a perder, a respetar las ideas del otro, tienen que presentar su programa anual de ecología, acción social y deportivo. Hay un sistema de mediación: los grandes cuidan a los chiquitos, no cumplir el reglamento tiene consecuencias y no tienen miedo de denunciar a nadie. Tienen becas de excelencia en el ITAM, la Ibero, el TEC y la Universidad Anáhuac.