Si aquí se vendieran sonrisas, el colegio sería millonario. El niño del Columbia refleja en su rostro las ganas de aprender, tiene espíritu de competencia, de participar, pero sobre todo de ganar. Bajo un concepto de educación formativa, el colegio no impone valores, los fomenta a través de una constante comunicación con los padres. Se considera al maestro como modelo, ejemplo y guía, la constante actualización es muy importante. Todos están certificados a través de Microsoft y de la Universidad de Cambridge. Relucientes trofeos tapizan las paredes del pasillo principal. A pesar de que carecen de instalaciones, los alumnos del Columbia son ganadores de handbol, voleibol y basquetbol. Las clases extracurriculares son famosas por ser gratuitas y divertidas. Tienen teatro, baile contemporáneo, danza árabe, coro semiprofesional y robótica. A través del año escolar se imparten festivales y eventos culturales como la feria del libro y las olimpiadas de física y química. Son líderes en el evento “Modelo de las Naciones Unidas”, donde a través de debates, exponen su conocimiento frente a alumnos de otros colegios. Como en toda escuela, la seguridad es un rubro muy importante. Una vez al mes se hace un simulacro para preparar a los estudiantes con estrictos lineamientos de protección.