Aquí los niños tienen taller de creación literaria y, en clase de danza, aprenden bailes típicos nacionales, que luego muestran en festivales. En clase de pintura les enseñan desde composición hasta corrientes pictóricas con música clásica de fondo. El colegio participa todo el año en intercambios culturales. Muchos de estos viajes se vinculan con programas de la ONU, como parte muy activa de los congresos BIMUN, donde jóvenes de varios países exponen y discuten problemas actuales a nivel mundial. Su modelo educativo se orienta al desarrollo de habilidades: en el laboratorio de matemáticas se trabaja con material concreto que permite explicar la lógica numérica de forma sencilla. Trabajan por proyectos en todas las materias y para reforzar el área emocional tienen un programa llamado “Identidad” donde el alumno frente a su grupo habla sobre sí mismo. Con frecuencia realizan asambleas que son exposiciones de algún tema de su interés donde se propicia el debate y el intercambio de opiniones. A partir de secundaria se imparte francés además de inglés.  En taller de robótica los niños desarrollan prototipos o modelos con un fin social, como pequeños robots cuya función es detectar cuerpos de zonas de desastre.