No  hay que ser alemán ni que los padres lo hablen (aunque la mayoría son hijos de ex alumnos que comparten un sentimiento de pertenencia a esta comunidad): el único requisito para entrar (y permanecer) es alcanzar el nivel académico requerido en las evaluaciones (y dan 12% de becas). La escuela es cada vez más responsable con el ambiente y además de separar y acopiar residuos  (desde pet hasta pilas), tiene su propia composta, participa en el proyecto “Reforestemos México” y creó su monumento al reciclaje en “trash&art”. Están certificados a nivel internacional en alemán (dominio del idioma), en inglés (KET) y los egresados salen todos con CCH y, los que alcancen el nivel, con ABITUR (certificado alemán para el pase a universidad ). Tienen pase automático y becas de excelencia en varias universidades y los asesoran cuando quieren seguir sus estudios en Alemania. Hay clases de computación, club de lectura, dibujo, coro, atletismo, básquet, fut, natación, entre muchas otras.  El arquitecto Aurelio Nuño se encargó de la remodelación del plantel Herradura y logró combinar lo moderno y funcional con colores vivos y un  entorno verde.