Lo primero que lees en la pared del fondo es: «Nuestra razón de ser son sus niños y adolescentes». Con el tamaño de los grupos, en promedio 13 por salón, esto parece posible; y los hay de todo el mundo: India, Brasil, Corea, Francia, Aruba. La escuela está construida en desniveles y tiene muchos vericuetos donde hay de todo: biblioteca, laboratorios, salón de baile, salones (por sus ventanas se ve a los caballos del hípico vecino), sala de usos múltiples, cancha de básquet, cancha de fut… Académicamente se dicen eclécticos entre constructivismo (para hacer al alumno responsable y autónomo) y tradicionalismo (para enseñar a respetar ciertas reglas) con un poco de Montessori (para el orden y el respeto). La clase puede ser frontal, pero el grupo de al lado está en el patio, sentado en la cancha, todos leyendo. En primaria el uniforme es obligatorio, pero esto se va relajando en secundaria y en prepa ya no llevan. La idea es darle más disciplina a los chiquitos y luego que ellos vayan haciendo sus propias elecciones con más libertad. Tienen dos programas para niños con necesidades especiales: PAD, de apoyo dirigido para problemas de lectoescritura y matemáticas y PEI, de educación individualizada.