Ella está felizmente casada. Él también. Una noche cualquiera el destino hace que coincidan en el restaurante del hotel en el que se hospedan. En una mesa come él. En otra, ella. La soledad del lugar se convierte en una inevitable invitación a compartir el postre y charlar sin sospechar que, en ese acercamiento, podría comenzar una historia de amor que los cambiaría para siempre.

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