¿Él qué?

Desde el momento en que pisa el escenario, Vladik capta la atención del público. A una coreografía estilizada que resalta su increíble flexibilidad, le incorpora un número de malabares a un ritmo vertiginoso y con toques de danza moderna. La extraordinaria precisión y maestría de Vladik quedan demostradas cuando lanza al aire siete pelotas al mismo tiempo.


¿Por qué es sorprendente?

No importa la atura en la cuál ejecute su acto, ni el número de pelotas (que llegan a ser unas diez) lo turban, el mantiene la gracia, la concentración y la exactitud. Su acto es pulcro (aunque de los más sencillos).

Picture 3 por ti.