Tú, yo, YouTube, el mundo
Por: Colaborador
Casi 100 años han pasado desde el primer vuelo internacional con un itinerario regular, más de ocho décadas desde la primera llamada internacional y más de medio cuarto de siglo desde que la Unión Europeaestandarizó los pasaportes. Mientras estos avances han servido para conectar a los países, al mismo tiempo nos hemos enfrentado a la difícil tarea de crear una verdadera sensaciónde ciudadanía mundial, lo quesignifica identificarnos unos con otroscomo personas mediante una experiencia común, antes de subdividirnos por otros factorescomo la nacionalidad, religión, o creencia política.
Los medios de comunicación en línea están creando una verdadera sala de estar global altransformar la manera en que la gente comparte una experiencia a lo largo de las distancias.El video, especialmente, puede contener un gran cúmulo de humanidad –puede transmitirimágenes, sonidos, y emociones de una manera diferente a la palabra escrita, al audio, u otrosmedios–.
El video web está permitiendo que cualquiera con una conexión a Internet puedacompartir un momento en conjunto, ya sea que se trate de una película de Bollywood, unacanción de Lady Gaga o una mirada breve a la vida de alguien más. Nos permite identificarnosa través de nuestros intereses y no sólo por nuestra demografía.Conforme losmedios pasen de crear y compartir regionalmente hacia plataformas más abiertas e internacionales,la empatía y el entendimiento crecerán.
¿Qué sustenta esta hipótesis? El viejo y queridocorreo.
Originalmente, el sistema postal de los Estados Unidos estaba limitado por regiones.Cobraba las entregas con base en la distancia desde el origen, por lo que enviar una cartadesde Nueva York hasta Chicago costaba más que enviar la misma carta a Filadelfia. ¿Elresultado? Modelos de negocio que alentaron las experiencias de comunicación regional, enlugar de medios de comunicación nacionales o culturas compartidas.
No fue sino hasta laimplementación de una tarifa plana que apareció el interés por las revistas o el catálogo deSears. Conforme los medios impresos se volvieron más accesibles universalmente a lo largode la historia, la televisión se mantuvo en gran medida suscrita a las regiones: Un programade noticias por cable local no era accesible a nivel nacional y una cadena nacional no estabaaccesible a nivel mundial.
El internet está cambiando quién le puede decir qué a quién ycuándo.
En Boston, una mujer llamada Jennifer Lebedev, madre de dos niños y antes maestra desalón de clases, empezó a dar lecciones de inglés desde su cocina y a subirlas a YouTube.
Con casi 30 millones de vistas, ahora tiene estudiantes en todos los continentes exceptoAntártida. Diariamente interactúa con estudiantes de todo el mundo a través de mensajes ycomentarios, además de sus videos. Ella no se tiene que preocupar porque la infraestructurade comunicación esté limitada por los sistemas regionales como lo hicieron sus predecesores.
Jennifer ha logrado más que sólo conectarse con las personas que ven sus videos, hadesarrollado una verdadera relación con ellos. Quienes miran sus videos son sus estudiantes,como Sultan desde Pakistán, un farmacéutico que ve todos sus videos y comenta en ellos. YBahar, un maestro de inglés en Turquía que utiliza las lecciones de Jennifer para complementarlas propias y que incluso mantiene comunicación con el hermano menor de Jennifer, quien viveactualmente en Turquía.
A lo largo de mi carrera en YouTube, he sido testigo del surgimiento de esta experiencia visuala nivel mundial. El 70% de las vistas a los videos ocurren fuera de los EE.UU, y mientras hayalgunas diferencias en los contenidos principales con base en los intereses locales, cada videoencuentra a un público compuesto de múltiples nacionalidades.
Incluso aquellos chistososvideos caseros, como el ahora famoso “Talking twin babies “ de Brooklyn. En el momento enque el video alcanzó las 40 millones de vistas, cerca de 30 millones de ellas fueron desde fuerade los EE.UU. El cinco por ciento de estas vistas provinieron de Brasil, otro cinco por cientode Rusia y de acuerdo a la cuenta de vistas, una de cada cien personas en las Filipinas vio aaquellos dos bebés de Nueva York.
Cuando visité Bagdad en 2009, una adolescente puso como ejemplo: “Yo uso YouTube paraaveriguar lo que al mundo le preocupa. Antes sólo sabía lo que a Irak le importaba.” El impactode la elección de medios adicionales y la conectividad es sorprendente.
¿Quiénes son los consumidores más voraces de YouTube? La gente de Arabia Saudita, que con 90 millonesde vistas por día, están viendo más videos de YouTube que cualquier otro país en relación alnúmero de usuarios en internet. Con una plétora de opciones a un clic de distancia, la genteencuentra las comunidades que les interesan y se conectan con nuevas.
Complementando la capacidad de ver y compartir casi cualquier cosa, está la habilidad decualquiera de crear, como Jennifer en su cocina en Boston.
En YouTube, suelen ser losvideos virales los que mayor atención captan en la prensa, pero esos videos no cuentan lahistoria completa. Lo que es extraordinario acerca de la mayoría de los videos es en realidadlo ordinarios que son. Junto con el increíble periodismo ciudadano y las estrellas de la músicamás grandes, hay gente compartiendo recetas de cocina, consejos sobre reparación de autos yenseñando a otros a hablar idiomas extranjeros o a tocar la harmónica.
Este espíritu extraordinariamente ordinario fue capturado en el 2011 en el documental “Lifein a Day” en el que el productor Ridley Scott y el director Kevin Macdonald reunieron videosenviados por la gente que forma parte de la comunidad en YouTube mostrando un día de suvida el 24 de julio de 2010.
Se recibieron 80,000 videos que provenían de 192 países y querepresentaban en conjunto 4,500 horas de video. Como dice Macdonald, la película “sólose podía haber hecho en los últimos cinco años debido a que solo ahora puedes conseguirsuficientes personas con el conocimiento necesario para grabar algo”.
Quienes vieron Life ina Day comentaron: “los ritmos habituales del día fueron reunidos para mostrar que en realidadsomos más parecidos de lo que somos diferentes” y “ que hay cosas que nos dividen comoseres humanos, pero son muchas más las que nos unen.”
De hecho, esta es la magia y el potencial de los medios de comunicación en la era digital. Conmás de 72 horas de video subido a YouTube cada minuto, creado por gente en todo el mundo,nos estamos acelerando hacia una ciudadanía mundial marcada por la habilidad de crear ycompartir con aquellos alrededor de la cuadra o del otro lado del mundo.
En los próximos 10años, yo creo que los ganadores de los nuevos medios de comunicación serán aquellos que nose dividan a lo largo de las fronteras nacionales, sino que transmitan a través de ellas. Por elotro lado, surgiremos con un mayor entendimiento, conexión y empatía.