Sin los beats que crearon para sus canciones, varios raperos se paran frente al mural que escogieron para soltar sus rimas. Se trata de Voz contra muro, un proyecto que une al muralismo mexicano con el rap. Uno de ellos es Danger, que –parado frente a Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central, de Diego Rivera– habla sobre la rima que compuso para describir este mural: «Es la catrina quien lo lleva de la mano para que no se pierda».

Lanzar Voz contra muro no fue fácil. La idea surgió hace cuatro años, cuando Mario Romero y Paul Ginsburg —artífices de la plataforma Phono, que busca crear espacios para el rap y el arte urbano independientes en CDMX— querían hacer algo sobre muralismo y hip hop nacional. Primero pensaron en hacer un concurso, pero la idea fue desechada para no depender de otras instancias gubernamentales. Después de múltiples conversaciones y planeaciones, hace nueve meses el equipo pensó en hacer algo relevante culturalmente hablando y que no tardara tanto tiempo en salir.

La idea principal del proyecto es que MCs mexicanos reinterpreten murales importantes de ese movimiento artístico de principios del siglo pasado. Para elegirlos, se tomó en cuenta el contexto en el que cada uno fue hecho y el lugar en el que se encuentran. Todos están en diferentes espacios del Centro Histórico. La finalidad es que las personas armen un tour para verlos todos mientras escuchan las canciones, que se encuentran en una lista de Spotify. Las canciones son diferentes, algunas son descriptivas mientras que otras toman el tema central del mural para hablar sobre una situación, esto porque «cada uno —rapero— tuvo su proceso y eso le da más riqueza al proyecto», explica Andrea Flores, directora editorial de Voz contra muro.

Voz contra muro

Foto: Edgar Durán

En total son nueve murales reinterpretados por diez MCs: El banquete de los ricosKatharsis y La Justicia, de José Clemente Orozco; El tormento de Cuauhtémoc y La nueva democracia, de David Alfaro Siqueiros; La creaciónSueño de una tarde dominical en la Alameda Central y La epopeya del pueblo mexicano, de Diego Rivera, y Masacre en el Templo Mayor, de Jean Charlot.

Voz contra muro intenta juntar dos mundos: el hip hop y el arte. Aunque son canciones de ese género, no van dirigidas a cierto público, cualquiera puede escuchar las líricas y entenderlas, sentirse identificado o aprender más de historia y arte. Para Andrea se trata de decir «que el hip hop no es exclusivo y que los murales, y el arte en general, no están peleados con la cultura urbana».

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El banquete de los ricos, de José Clemente Orozco, es reinterpretado por Proof, un joven MC que creció en las calles de la CDMX. Sus líricas se caracterizan por hablar de la división de clases sociales. Por eso escogió este mural. Aunque le gusta el muralismo, no conocía esta obra de Orozco y, al verla, se identificó. Para él, formar parte de Voz contra muro es mostrar que el rap está ligado con cualquier tipo de arte y que puede hablar casi de cualquier tema. Este mural está en el Antiguo Colegio de San Ildefonso.

En el Museo Mural Diego Rivera se encuentra una de sus obras más icónicas: Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central. Danger, un MC de Tijuana, se encargó de ponerle letra. Para él, esta obra tiene una historia «muy chingona», sobrevivió al terremoto del 85 y por él crearon este museo. Su canción es una guía rapeada, porque tiene más de 47 personajes.

La creación está en el Colegio de San Ildefonso y es el primer mural de Rivera que tiene un trasfondo religioso. Eptos Uno, uno de los raperos más conocidos en el país, le puso letra. Aquí también se encuentra Masacre en el Templo Mayor, mural del Charlot y al que Hispana eligió para ser parte del proyecto.

Gino Alfaomega escogió El tormento de Cuauhtémoc, que está en Bellas Artes. Este mural muestra cuando el emperador de Tenochtitlán fue torturado por los españoles.

También en Bellas Artes están La nueva democracia, con el que dialogaron Jezzy P., representante del rap femenino en México, y Ntima, un rapero que está en un programa de reinserción social; así como Katharsis, al que Afromega le puso letra, basándose en diferentes interpretaciones del mural para sacar la propia; ella escogió este mural de Orozco porque le parece que no es tan explícito.

En la Suprema Corte de Justicia de la Nación está La Justicia. Muers, rapero de Durango, escribió sobre este mural una crítica a la clase postporfiriana.

Finalmente, La epopeya del pueblo mexicano fue reinterpretado por Serko Fu. Este mural se encuentra en Palacio Nacional y es una crítica a la Revolución mexicana y una de las obras más icónicas de Diego Rivera. ¿Listos para tomar los audífonos y armar su ruta?

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