¿Qué tiene que decir la Morenita del Tepeyac sobre lo mexicano? Descúbrelo en esta expo de la Virgen de Guadalupe en el Franz Mayer. Conformada por 280 piezas, como pinturas coloniales, esculturas barrocas y mucho arte popular y cotidiano, la muestra comprueba lo arraigada que se encuentra Lupita en el imaginario nacional.

Dicha relación entre este personaje religioso y la identidad mexicana es explorada a partir del libro Escudo de Armas de México. En él se relata la historia de una enfermedad ocurrida en el siglo XVIII que devastó a la capital del país, acabando con la vida de casi 40 mil personas en tan solo tres años.

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Matlazáhuatl la llamaron y rápidamente se convirtió en una de las más mortíferas en la Nueva España, al punto que, de no haber sido por la intervención de la Virgen de Guadalupe, la ciudad hubiera perecido… Al menos así lo relata Cayetano de Cabrera y Quintero, autor de esta crónica.

Virgen de Guadalupe en el Franz Mayer, así es la expo

Compuesta por siete colecciones institucionales y privadas —entre ellas una de las más emblemáticas y tradicionales del museo—, esta exhibición de la Virgen de Guadalupe en el Franz Mayer invita a reflexionar sobre cuáles son los posibles discursos de identidad mexicana en cada una las piezas.

El mestizaje es, quizá, el elemento que más ha permeado en ellos. Miguel León-Portilla afirma que en la veneración «convergieron, desde el principio, antecedentes indígenas prehispánicos y otros procedentes de España».

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Este punto se aborda en diferentes épocas a lo largo de la muestra, pero la Colección Ruth D. Lechuga hace una de las reflexiones más interesantes, ya que la virgen es representada a partir de otro tipo de conceptos. «Por ejemplo, se encuentra la idea de la madre, la cual tiene que ver con la diosa Tonantzin. Las comunidades nativas vieron en ella un personaje femenino de carácter divino, una figura afín a sus propias ideologías», comenta Mayela Flores, coordinadora de la curaduría.

Protectora de todos la Virgen de Guadalupe

Pese a que el éxito de esta imagen es prácticamente rotundo entre diversos estratos socioeconómicos, las clases populares, las minorías estigmatizadas y los movimientos sociales han hecho de la Virgen de Guadalupe un sinónimo de protección sagrada.

Esto ha conllevado una serie de transformaciones estéticas que encierran diferentes necesidades de identificación. El trabajo de Federico Gama “12D”, retrata, precisamente, estas apropiaciones a lo largo de 12 años de material fotográfico sobre la peregrinación a la Basílica de Guadalupe.

Tatuajes, medallas, playeras y grafitis, entre otras expresiones visuales y materiales, se convierten en extensiones de quienes protagonizan sus retratos. La serie de Gama expone todo el abanico de posibilidades de quienes realizan esta procesión año con año: comunidades indígenas, cholos, inmigrantes y personas que heredaron la tradición, además de mostrar cómo manifiestan su devoción al apropiarse del símbolo.

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Algo similar sucede con “Virgencita plis”, producto de la marca Distroller. Amparo Serrano conjuga su propia interpretación de los tradicionales exvotos con una perspectiva juvenil que tiene su propio lenguaje guadalupano. «La idea de esta exposición de la Virgen de Guadalupe en el Franz Mayer es mostrar que está en constante reinvención por quienes se acercan a ella, y no solo en un sentido religioso», detalla Flores.

Virgen de Guadalupe en el Franz Mayer: una historia sobre CDMX

Poco después de la epidemia, el 12 de diciembre de 1754, la Virgen de Guadalupe fue jurada patrona de la Nueva España por el cabildo de Ciudad de México. Si la historia detrás de la virgen es una de identidad, CDMX lo demuestra de manera todavía más notable.

Prueba de ello son los escritos coloniales que la registraban, literalmente, como la «Virgen de Guadalupe de México» refiriéndose exclusivamente a la ciudad. «Esta narrativa es parte fundamental de la mitología que destaca a la ciudad como este centro elegido con un privilegio divino», explica Flores.

El relato de la ciudad se hace aún más evidente al llegar a la colección del MODO, de Bruno Newman: series de estampas religiosas que uno encuentra afuera de las iglesias, publicidad cincuentera de una marca de refrescos, comercios que hacen referencia a Lupita, alhajeros con su imagen tallada y regalos promocionales de una empresa farmacéutica; el paisaje citadino está lleno de referencias guadalupanas.

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A lo largo de la muestra de la Virgen de Guadalupe en el Franz Mayer, el relato se convierte en pintura; posteriormente, en reliquias y exvotos; de ahí, su imagen es exportada a pastilleros y cuadernos, y la virgen termina saliendo de la iglesia directo a la panadería «La Guadalupana».

La creencia se vuelve parte del paisaje de la ciudad. «Es una pertenencia que no surge de un desarrollo personal, sino desde los distintos servicios y lugares cotidianos que enfatizan su imagen en el día a día, de forma que, al salir a la calle, uno se encontrará con ella en algún momento», finaliza Mayela.

Dónde: Museo Franz Mayer, Hidalgo 45, Guerrero 

Cuándo: del 20 de julio al 30 de septiembre, de martes a domingo de 10 a 17 h

Cuánto: $50

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