Este 7 de agosto se cumple el 39 aniversario luctuoso de la escritora que cultivó prácticamente todos los géneros: poesía, ensayo, cuento, novela y teatro.

Durante 26 años, Rosario Castellanos dedicó sus mejores momentos, los más lúcidos y los más plenos, a crear una obra que la expresara de cuerpo entero y que al mismo tiempo fuera un registro del mundo y del contexto social que le tocó vivir.

Estos elementos inmersos en toda su obra han interesado a escritoras, especialistas e intelectuales quienes después de leer, analizar y reflexionar su obra llegaron a diversas conclusiones, que a 39 años de su muerte, abren un nuevo tema de reflexión en torno a la figura de Rosario Castellanos: ¿fue una feminista feroz o una precursora que abordó temas que en su tiempo ‘eran impropios’?

¿Por qué vivimos?

Rosario Castellanos (Ciudad de México, 25 de mayo de 1925-Tel Aviv, Israel, 7 de agosto de 1974), se graduó de maestra en filosofía en la Universidad Nacional Autónoma de México en 1950 y más tarde en la Universidad de Madrid llevó cursos de estética y estilística.

Se inició en la literatura como poeta, pero su primer libro fue una novela: Balún Canán que junto con Ciudad Real, su primer libro de cuentos y Oficio de Tinieblas, su segunda novela, firman la trilogía indigenista más importante en la narrativa mexicana.

Reunió en 1972 su obra poética en Poesía no eres tú y desde 1950 año que publicó su tesis Sobre cultura femenina la escritora no dejó nunca de incursionar en el ensayo. De toda su obra, incluyendo su único volumen de teatro El eterno femenino, se desprende una clara conciencia del problema que significa, para su autora, la doble condición de ser mujer y mexicana.

“Lo que busco cuando escribo es descubrir cosas… ¿Por qué vivimos? ¿Por qué vivimos de determinada manera? ¿Cómo podemos realizarnos?”, dijo Rosario Castellanos a Emmanuel Carballo en una entrevista publicada en Protagonistas de la literatura mexicana, un libro en donde el crítico literario revela que para él Rosario Castellanos fue una de las principales precursoras del movimiento de liberación femenina, no sólo por las ideas que expuso en sus textos sino por la capacidad con que desempeñó las tareas docentes, administrativas e intelectuales.