Una noche fría pero llena de calor humano

09 de diciembre de 2016

El Cárcamo de Dolores, localizado en la Segunda Sección del Bosque de Chapultepec, es un bello edificio creado por el arquitecto Ricardo Rivas y decorado con murales pintados por Diego Rivera que, la noche del jueves, fue un espectacular marco para la ceremonia de entrega de los Premios Ciudad de México.

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Para conocer a los ganadores de este reconocimiento –que se entrega por primera vez a los personajes chilangos que transformaron la ciudad a través de productos culturales, de entretenimiento y tecnológicos-, cientos de invitados empezaron a llegar desde las 19:00 horas y aprovecharon para tomar una visita guiada por el lugar o admirar las fotos de Santiago Arau, uno de los fotógrafos que mejor han retratado la Ciudad de México en los últimos años.

Tras departir un rato, beber una copa y probar deliciosos canapés en medio de un frío invernal que fue combatido con calor humano, los invitados escucharon atentos a la actriz Irene Azuela y al periodista Nacho Lozano, quienes fueron los encargados de conducir la ceremonia y anunciar a todos los ganadores.

Como es la primera vez que se entregan estos reconocimientos, las categorías que se premiaron primero, como Café del Año o Intervención Arquitectónica del Año, sirvieron para abrir boca y entender de qué se trataba el evento.

Así, los asistentes revisaban en el programa impreso –el cual les fue entregado en su lugar junto con una pequeña botella de mezcal- quiénes eran los nominados y en qué consistían las siguientes categorías.

El hielo se empezó a romper definitivamente cuando llegaron al escenario los actores de La Improlucha, quienes provocaron las risas de los asistentes con su espectáculo de improvisación que ha sido un éxito durante los últimos años en la Ciudad de México.

Pero los aplausos más grandes de la noche se los llevaron las impulsoras de la campaña #MiPrimerAcoso, que ganaron la categoría de Acción Ciudadana del Año, y María José Cuevas, directora del documental “Bellas de Noche”, que fue premiado en la categoría de Película del Año.

Cuando se entregó el último premio y todos los premiados pasaron al escenario para tomarse la fotografía oficial, parecía que era el final de la noche; sin embargo, minutos después inició un concierto sorpresa, el cual estuvo a cargo de Ximena Sariñana.

Esta noche, la cantante, quien dijo que era 100% chilanga, ofreció su último show del año y deleitó a los asistentes con éxitos como “Different”.

Pero la canción que más le pidieron durante la noche fue “Mis Sentimientos”, de Los Ángeles Azules, la cual puso a bailar a más de uno, ayudando a combatir el frío del bosque, que ya para entonces, cuando era casi la medianoche, empezaba a calar los huesos.

Al final de la noche, todos lucían contentos, como en una reunión de amigos al aire libre que sirvió de pretexto para conocer varias de las caras más amables de la Ciudad de México durante 2016.

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