¿De verdad necesitamos un libro que nos explique cómo y cuándo usar la palabra ”chingar”?La respuesta no es fácil. Menos para aquellos que se dicen expertos en lenguaje español o para quienes su lengua, de tanto mentar madres, no deja de parecer un jardín lleno de flores.Pero vayámonos del otro lado, seguro habrá uno que otro adolescente en éxtasis o un extranjero curioso para quien éste resulte un libro de cabecera/consulta.

Y es que a primera vista podría parecer un manual; sin embargo, va más allá. Éste es un libro que en algún momento –muchos, a decir verdad– te hará sonreír. Y es que, justo como lo dice en su introducción, el uso de chingar y todas sus variantes nos ha obligado areducir nuestro léxico, nosotros –pesimistas de nacimiento– calculamos que hasta en un 20%, si no es que mucho más.

Yo que tú, me lo chingaba: Ésta es una invitación a ejercer la justa acción, preventiva o punitiva, contra alguien que ha abusado de su posición (…) También aplica entre machos, refiriéndose a una mujer que, si bien no es del todo apetecible, podría serlo”.

Con este libro te vas a divertir dándote cuenta de que quien actúa de mala fé y se regodea de sus actos de traición y bajeza no es una persona ruin y despiadada sinoun “hijo de la chingada”.

También vas a darte cuenta de cómo hemos reducido a su mínima expresión “una obra, objeto o artículo que, por su utilidad, efectividad, capacidad, talento o simplemente por su estética son impresionates en un nivel más allá de lo fregón”. Leer todo eso cansa mucho –ni siquiera mencionaremos lo que cuesta decirlo–, ¿no? Y como queremos evitarnos la fatiga, pues todos nos limitamos a llamarla”Chingonería”.

Así que si tienen problemas de uso, curiosidades de definición, necesidad de ejemplos o si, simplemente, son fans de verbo “chingar”, no lo duden más. Seguramente algún conocimiento obtendrán y se quitarán muchas manías de léxico, erróneas de origen.